LONDRES.- A una semana de que los británicos decidan en un referéndum si permanecen o no en la Unión Europea (UE), el ministro de Finanzas George Osborne anunció que presentará un presupuesto de emergencia por si el voto a favor de abandonar el bloque gana, y advirtió que tendrá que aumentar los impuestos para llenar el agujero de 30 mil millones de libras (cerca de 39 mil millones de euros) en las finanzas públicas que la salida, también conocida como Brexit, dejará.
Los británicos votarán en referéndum el 23 de junio sobre la conveniencia de permanecer en el bloque de 28 miembros. El Partido Conservador en el gobierno está profundamente dividido con Osborne y el primer ministro, David Cameron, luchando a favor de permanecer, mientras que otras figuras de alto nivel hacen campaña por la salida.
"Tendríamos o bien que conseguir más dinero aumentando los impuestos como el de la renta o gastando menos en grandes servicios públicos como el de salud, o el sistema de educación o el presupuesto de defensa", advirtió Osborne.
"El país no cuenta con un plan si renunciamos a la UE. Nos despertaríamos en poco más de una semana con inestabilidad financiera, con años de incertidumbre y tendría que hacer recortes en consecuencia. El país no sería capaz de pagar los servicios públicos que tenemos en este momento", agregó.
La campaña oficial a favor del Brexit respondió con una declaración fulminante firmada por 57 legisladores conservadores, incluyendo el líder del partido y exministro del gabinete, Iain Duncan Smith, quien dijo que "es absurdo decir que si la gente vota para recuperar el control de la UE, les querría castigar de esta manera". No creemos --dijo--que encontrara suficientes apoyos en el Parlamento para aprobar estas propuestas, pero si el ministro va en serio, no podremos permitir que esto siga adelante.
La ventaja que dan las encuestas al Brexit ha llevado a Cameron a endurecer también sus mensajes sobre los peligros económicos que supondría romper los lazos con Bruselas. Ayer reiteró a los pensionados, una de las franjas de población más proclives a votar en favor de la salida de la UE, que los problemas financieros que conllevaría el Brexit pondría en riesgo sus prestaciones sociales y el mantenimiento de su poder adquisitivo.
En tanto, líderes sindicales emitieron una alerta sin precedentes sobre los efectos que tendría la salida y exhortaron a los británicos a votar a favor de permanecer en la UE.
La tensión que vive el país por el referéndum llegó al río Támesis, donde partidarios y detractores del Bretix protagonizaron un encontronazo con barcos pesqueros y buques. Una flotilla encabezada por el líder del Partido de la Independencia (UKIP), Nigel Farage, partió desde Kent hacia las inmediaciones del Parlamento coincidiendo con la sesión de control del gobierno, donde varios buques contrarios trataron de interceptarlo.