Los importadores chinos lograron acuerdos para comprar soya y cerdo en Estados Unidos, indicó este jueves el Ministerio de Comercio de China, mientras Beijing y Washington realizan gestos conciliadores antes de una nueva ronda de conversaciones sobre comercio.
El anuncio se produjo luego de la decisión de China de retirar la soya, una de sus mayores importaciones estadounidenses, de la lista de productos afectados por los nuevos aranceles.
Los compradores chinos "han cerrado acuerdos de una escala considerable para comprar soya y cerdo", dijo un portavoz del ministerio, Gao Feng, que no ofreció más detalles.
Está previsto que los negociadores se reúnan la próxima semana en Washington para la 13ra ronda de unas conversaciones que buscan poner fin a una guerra comercial y tecnológica que amenaza con arrastrar a la economía global a la recesión.
En junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron reanudar las estancadas conversaciones. Pero no ha habido indicios de avances.
Trump había acordado antes demorar una subida de aranceles prevista para el 1 de octubre al 15 de octubre. Esto eleva la posibilidad de que la subida pueda demorarse de forma indefinida si las negociaciones logran avances.
Cuestionado sobre la posibilidad de que Trump quiera un acuerdo total, lo que reduciría la posibilidad de un pacto temporal a corto plazo, Gao se mostró esperanzado por dar con una "solución beneficiosa y que sea buena para los dos".
Beijing accedió a reducir su superávit comercial con Estados Unidos, pero se resiste a la presión para dar marcha atrás en sus planes de desarrollo industrial que, según sus socios comerciales, violan sus compromisos de apertura de mercado.
Los dos gobiernos impusieron aranceles adicionales sobre importaciones mutuas valoradas en miles de millones de dólares, que afectaron a agricultores y factorías en ambas naciones.
Las negociaciones se rompieron en mayo por discrepancias en la forma de implementar un posible acuerdo.