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China impide asistencia de algunos ciudadanos a encuentro con el Papa

El Papa Francisco envió un mensaje al presidente chino, Xi Jinping, cuando sobrevolaba este país. El gobierno impidió la salida del país de algunos ciudadanos que asistirían al encuentro con el papa; mientras Corea del Norte dispararó tres cohetes de corto alcance hacia el mar frente a su costa este.

SEÚL. El Papa Francisco envió un mensaje sin precedentes de buena voluntad a China antes de aterrizar en Seúl, pero el primer viaje papal a Asia en 15 años tuvo un comienzo agitado al conocerse la noticia de que Pekín había prohibido que algunos ciudadanos chinos se unieran a una celebración juvenil en Corea del Sur.

Alrededor de la mitad de los más de 100 ciudadanos chinos que planeaban asistir a un evento del Día de la Juventud de Asia durante la visita del Papa no pudieron viajar debido a "una situación complicada dentro de China", dijo a la prensa Heo Young-yeop, portavoz del Comité para la Visita Papal a Corea.

El portavoz declinó ofrecer más detalles, citando la seguridad de las personas involucradas. Otro organizador, que pidió no ser identificado, dijo que algunos de los que planeaban asistir al acto habían sido detenidos por las autoridades chinas.

Pekín rechaza la autoridad del Vaticano sobre sus católicos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios, ya sea sobre el mensaje de buena voluntad del Papa o sobre la prohibición de que ciudadanos chinos asistieran al evento juvenil.

Cuando el avión del Papa se acercaba al espacio aéreo de Corea del Sur frente a la costa oeste de la península, Corea del Norte llevó a cabo una prueba de misiles al disparar tres cohetes de corto alcance hacia el mar frente a su costa este, dijo el Ministerio de Defensa surcoreano.

El sitio de la prueba estaba a cientos de kilómetros de distancia del avión del Papa. Corea del Norte disparó dos proyectiles más desde el mismo lugar este jueves por la tarde.

Pyongyang a menudo lleva a cabo este tipo de pruebas cuando su rival Corea del Sur se encuentra en el centro de interés mundial, en lo que es visto como una medida para tratar de captar una parte de la atención.

El Papa argentino pasará cinco días en Corea del Sur, reuniéndose con unos cinco millones de católicos en el primer viaje de un Sumo Pontífice a Asia desde 1999, pero gran parte de la atención estará en las relaciones del Vaticano con China.

"Al ingresar a espacio aéreo chino, le extiendo mis mejores deseos a su excelencia y a sus conciudadanos, e invoco las bendiciones divinas de la paz y el bienestar para su nación", dijo Francisco en un mensaje por radio al presidente chino, Xi Jinping.

Es la primera vez que un Papa ha recibido autorización para volar sobre China en sus giras a Asia. Su predecesor Juan Pablo II debió evitar el espacio aéreo chino debido a las tensas relaciones entre Pekín y el Vaticano.

El Vaticano no tiene relaciones formales con China desde poco después de que el Partido Comunista tomó el poder en 1949.

La Iglesia Católica en China está dividida en dos comunidades: una Iglesia "oficial" conocida como la "Asociación Patriótica" que responde al partido, y una Iglesia clandestina que jura lealtad sólo al papa en Roma.

Ren Dahai, director de Jinde Charities, una organización de caridad católica en China, dijo que había escuchado que a algunos católicos chinos se les había impedido viajar a Corea del Sur y que a otros se les había permitido ir, y que el asunto había sido un tema candente de discusión entre los católicos chinos en los últimos dos días.

Algunos de los viajeros habían sido detenidos en los aeropuertos y se les impidió pasar por la aduana, según escuchó Ren.

"Esto me parece que depende del gobierno local y de las ideas y prácticas de los funcionarios locales", dijo Ren por teléfono desde la provincia norteña de Hebei, un bastión católico.

"En algunos lugares serán más estrictos, mientras que otros serán más relajados", agregó.

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