Un cese al fuego en el suroeste de Siria mediado por Rusia , Estados Unidos y Jordania entró este domingo en vigor, en concreto en las provincias de Al Quneitra, Deraa y Al Suieda, tras semanas de negociaciones secretas en Ammán.
El acuerdo del cese al fuego, anunciado el viernes pasado por los presidentes Vladimir Putin de Rusia y Donal Trump de Estados Unidos en la cumbre del G-20 en Hamburgo, Alemania, es la primera iniciativa del gobierno republicano en colaboración con Rusia para detener el derramamiento de sangre.
El secretario estadunidense de Estado, Rex Tillerson, confirmó el acuerdo y dijo que este compromiso es una muestra de que Estados Unidos y Rusia pueden trabajar juntos en el tema de Siria y que van a seguir cooperando en el futuro.
Rusia, Estados Unidos y Jordania, país fronterizo con el sur de Siria, alcanzaron la semana anterior el acuerdo para la tregua y de descalificación con el objetivo de trabajar un alto al fuego más amplio que ayude a finalizar los más de seis años de guerra.
El objetivo es contribuir a una reducción "permanente" de las tensiones en la zona y al reparto de ayuda humanitaria, de cara también a crear un contexto en el que sea factible negociar una solución "política y permanente" a la guerra iniciada en marzo de 2011, sin embargo los tres países no especificaron los mecanismos para supervisar o imponer la tregua.
El cese al fuego, que entró en vigor al mediodía, fue alcanzado tras semanas de negociaciones secretas en la capital jordana para abordar la creciente presencia de fuerzas respaldadas por Irán cerca de las fronteras de Jordania e Israel.
En el último mes, las tres provincias sirias han sido escenario de un repunte de la violencia, en especial Deraa, cuya capital homónima es considerada como la "cuna de la revolución", ya que en ella comenzaron las primeras protestas contra el régimen de Bashar al Assad que degeneraron en el actual conflicto.
Antes del comienzo del cese de hostilidades, las fuerzas sirias lanzaron varios obuses contra zonas controladas por los rebeldes, sin que se registraran víctimas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Varios ceses al fuego en Siria se han logrado desde el inicio del conflicto, pero han fracasado por acusaciones mutuas de los bandos en guerra, por lo que el nuevo está en duda de que sea respetado por el Ejército y los grupos rebeldes en el suroeste del país.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado unos 465 mil muertos y desaparecidos, más de dos millones de heridos, además cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países.
Mundo