El dilema de saber si las futuras generaciones en la Tierra continuarán disfrutando de un recurso tan vital como el agua debe estar entre las prioridades de los gobiernos alrededor del mundo.
Actualmente el 25 por ciento de los más de 7 mil 700 millones de habitantes del planeta (según datos de Naciones Unidas), viven en un países con 'extremo estrés hídrico' que, en otras palabras, quiere decir que se gastan el 80 por ciento o más de sus reservas de agua al año.... y que están cerca del llamado 'Día Cero' del agua.
En nuestro país, el consumo anual llega a oscilar entre el 40 y 80 por ciento, lo que nos coloca en el nivel de 'alto estrés hídrico', según el estudio más reciente del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, hay estados donde esta actividad supera el 80 por ciento, como Baja California Sur, Guanajuato y la Ciudad de México.
El estudio publicado esta semana apunta a tres causas: riego en la agricultura, industrias y el consumo de las ciudades.
"WRI descubrió que las extracciones de agua a nivel mundial se han más que duplicado desde la década de 1960 debido a la creciente demanda, y no muestran signos de desaceleración", dijo el instituto.
Ante ello, el organismo propone medidas que ayuden a mitigar este problema:
Hacer rendir hasta la última gota
"El mundo necesita hacer que cada gota de agua se emplee más a fondo en sus sistemas alimentarios", señala el estudio del WRI. Para ello, el organismo propone que los agricultores utilicen semillas que requieren menos agua, así como una mejora de sus técnicas de riego.
Por ejemplo, en lugar de inundar sus campos, pueden hacerse expertos en el 'riego de precisión'.
Otra forma de hacer más eficiente el empleo del líquido en la agricultura es que haya más inversiones para mejorar su productividad, o que ingenieros desarrollen mejores tecnologías, explica el estudio.
Hacer que las infraestructuras 'verde' y 'gris' sean tus nuevas amigas
Los datos del programa 'Aqueduct' del WRI advierten que el 'estrés hídrico' en una zona puede cambiar mucho durante un año.
Para sortear mejor el problema, la organización propone que las estructuras 'verde' y 'gris' trabajen 'en equipo', es decir, que haya una coordinación entre obras como tuberías y plantas de tratamiento con humedales y cuencas sanas.
Este apoyo mutuo puede aliviar el problema del suministro del agua, así como su calidad.
Tratar, reciclar y reusar
"Debemos dejar de pensar en las aguas residuales como residuos", remarca el instituto en su texto, al señalar que su tratamiento convierte a este producto en una 'nueva' fuente de agua.
El proceso también ofrece 'beneficios secundarios'. El WRI agrega que las plantas de tratamiento en Xiangyang, China y Washington, en Estados Unidos reutilizan o almacenan la energía y los productos ricos en nutrientes que salen de esta actividad.
"Los datos son claros: hay tendencias innegablemente preocupantes en el agua. Pero al tomar medidas ahora e invertir en una mejor gestión, podemos resolver los problemas del agua por el bien de las personas, las economías y el planeta", señala el documento.