Hay un pabellón contra el coronavirus en Central Park. Se ha instalado un hospital improvisado en un centro de convenciones de Manhattan. En las próximas semanas, espacios públicos como canchas profesionales de tenis, dormitorios universitarios y una terminal de cruceros estarían albergando a pacientes como parte de las gestiones del estado de Nueva York para triplicar su capacidad hospitalaria.
Pero incluso así, a las autoridades les preocupa que estas titánicas labores no sean suficientes en el epicentro de la pandemia de coronavirus en el país.
El estado publicó recientemente una gráfica en la que se contabilizan las camas de hospital, poniendo fin a las interrogantes sobre cuánto espacio podría haber en asilos de ancianos. Algunos líderes locales y de salubridad han cuestionado si se reserva demasiado espacio hospitalario temporal para pacientes que no padecen del virus que causa el COVID-19, aunque ahora se planea que una enorme instalación temporal se enfoque en su atención.
Y las autoridades resaltan que, por sí solas, las camas no pueden resolver un problema que aumenta en más de mil hospitalizaciones cada día.
"Las camas las podemos encontrar. No es fácil, pero se puede. Los elementos más difíciles son el personal y los suministros", dijo el gobernador Andrew Cuomo el jueves.
Mientras hablaba, más de 13 mil 300 pacientes de coronavirus fueron hospitalizados y más de 3 mil 300 requerían de terapia intensiva en todo el estado, aunque la mayoría de ellos en la ciudad de Nueva York. Se prevé que el punto más alto del brote esté a entre siete y 30 días de distancia, dijo el mandatario estatal.
Cuando eso ocurra, Nueva York prevé que necesitará de 140 mil camas, en comparación con las 53 mil que tenía al inicio de la crisis. Se prevé que haya tantos pacientes enfermos de gravedad que Nueva York está preparándose para convertir en unidades de terapia intensiva las 20 mil camas de hospital permanentes con las que cuenta, e intentar sumar 65 mil camas temporales para pacientes que requieren de otro tipo de atención.
En la mayoría de las personas, el nuevo virus causa síntomas leves o moderados como fiebre y tos. En algunos casos, particularmente ancianos y personas con enfermedades preexistentes, se pueden presentar cuadros más severos, incluyendo neumonía o la muerte. Hasta el momento ha causado más de 2 mil 300 decesos en Nueva York, según el gobernador.
La búsqueda de espacio hospitalario, personal y respiradores es con la intención de lidiar con el peor de los escenarios: centros médicos tan abrumados en los que mueren personas cuyas vidas podrían salvarse.