La pandemia del nuevo coronavirus podría haberse cobrado un alto precio en Corea del Norte, obligando a su líder, Kim Jong-un, a evitar las actividades públicas y empujando a la población a realizar compras de pánico para cubrir sus necesidades diarias, informó este miércoles el servicio de espionaje de Corea del Sur a legisladores.
Aunque Corea del Norte tomó intensas medidas de cuarentena, mantiene que no ha registrado contagios domésticos. Muchos expertos externos son escépticos y advierten que la pandemia podría ser grave debido a la precariedad del sistema sanitario norcoreano.
El COVID-19 es una de las razones por las que Kim ha hecho muchas menos apariciones públicas este año, apuntó el Servicio Nacional de Inteligencia (SNI) de Corea del Sur en un comité parlamentario a puerta cerrada, según Kim Byung Kee, uno de los legisladores presentes en la reunión.
Hasta este miércoles, Kim Jong-un había aparecido en público 17 veces este año, frente a la media de 50 en el mismo periodo de todos los años desde que asumió el poder a finales de 2011, apuntó el legislador citando al SNI.
El servicio argumentó que no puede descartarse un brote del COVID-19 en Corea del Norte porque el tráfico a lo largo de la frontera con China estaba activo hasta que el Norte cerró los cruces en enero para tratar de frenar su propagación, agregó Kim Byung Kee.
El SNI declinó confirmar los comentarios del legislador en línea con su política de no comentar la información que ofrece a los funcionarios. Kim no dijo cómo obtuvo la información la agencia.