David Cameron renunció oficialmente este miércoles como primer ministro del Reino Unido.
Cameron entregó su dimisión a la reina Isabel II en el palacio de Buckingham
Minutos antes se despidió del 10 de Downing Street, sede oficial del primer ministro británico. En un discurso donde resaltó algunos logros de su Gobierno y agradeció a colaboradores y familia, Cameron se dirigió por última vez en público en su carácter de premier británico.
Más temprano habló ante al Parlamento británico, pero en lugar de la solemnidad habitual, prefirió despedirse con humor, poco antes de dejar paso a Theresa May para que lidere la monumental tarea de sacar a Reino Unido de la Unión Europea.
"Esta mañana me reuní con colegas ministeriales y otros. Aparte de un encuentro esta tarde con Su Majestad la Reina, el programa para el resto del día es bastante ligero", dijo Cameron entre las risas de una atestada Cámara de los Comunes.
En unos minutos será May la que visite a la monarca para recibir el encargo formal de tomar las riendas del gobierno, antes de ingresar al número 10 de Downing Street y convertirse en la segunda primera ministra del país tras Margaret Thatcher.
Cameron anunció su dimisión después de que sus compatriotas desoyeron sus llamados y votaron en un referendo el 23 de junio en favor de abandonar la UE, debilitando al bloque de 28 países y generando una gran incertidumbre económica por el previsible perjuicio que sufrirán el comercio y la inversión.
Además de concretar la ejecución del Brexit, May debe intentar unificar un dividido Partido Conservador y una nación en la que muchos -como atestigua la votación- se sienten molestos con la elite política y abandonados por las fuerzas de la globalización.
Pese al serio trasfondo de la jornada, hubo una atmósfera de hilaridad en el Parlamento, mientras Cameron intercambiaba golpes humorísticos con el también complicado líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn.
Antes de partir en medio de una cerrada ovación de sus correligionarios y algunos legisladores laboristas, aprovechó para destacar los logros de su gobierno al generar una de las más altas tasas de crecimiento entre las economías occidentales, rebajar el déficit presupuestario, crear 2.5 millones de empleos y legalizar el matrimonio homosexual.
No obstante, su legado se vio opacado por su fallida apuesta por el referendo, con el que esperaba mantener a Reino Unido en el corazón de una UE reformada.
NUESTRA 'ANGELA MERKEL'
May ha sido ministra del Interior durante seis años y es vista por sus seguidores como una figura segura en la que confiar el timón del país en el proceso de divorcio con la UE.
"Creo que la sensación ayer alrededor de la mesa del gabinete fue que tenemos nuestra Angela Merkel", dijo Jeremy Hunt, secretario de Salud del equipo de Cameron, que se reunió el martes por última vez.
"Tenemos a una persona increíblemente dura, astuta, decidida y con principios para liderar las negociaciones (del Brexit) para Reino Unido", comentó Hunt a la cadena Sky News.
Se espera que la nueva líder británica comience a formar inmediatamente su nuevo gabinete, un complejo acto de equilibrio político en el que intentará satisfacer a las distintas facciones de su partido.
Antes del referendo, May hizo campaña por la permanencia de Reino Unido en la UE, aunque con un perfil bajo. Desde la votación, ha dicho en repetidas ocasiones que Brexit significa Brexit y sus seguidores aseguran que está decidida a convertir la salida en un éxito.