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El glaciar más grande de Francia está por desaparecer y esta es la razón

El Mont Blac se está calentando más del doble de rápido que el resto del mundo, por lo que el mar de Hielo se ha ido reduciendo.

El glaciar más grande de Francia alguna vez parecía tan poderoso cuando uno iba deslizándose por las laderas de granito del Mont Blanc, el pico más alto de Europa occidental, que los primeros exploradores no lograban encontrar las palabras para describirlo.

"Es imaginar tu lago agitado por un fuerte viento y todo congelado a la vez", escribió el aventurero británico William Windham, uno de los primeros turistas en explorar el glaciar en 1741. "Quizás ni eso produciría la misma apariencia".

Esa descripción le dio al lugar su nombre actual: "la Mer de Glace", el mar de Hielo. En ese momento y hasta finales de la década de 1980, miles de años de hielo cubrieron el escarpado valle. Los visitantes caminaban desde la cercana ciudad de Chamonix hasta Montenvers, donde el glaciar estaba tan cerca que bastaba con bajar caminando unos pocos metros para tocarlo.

Hoy, el mar de Hielo sigue siendo el glaciar más grande de Francia y el segundo más grande de los Alpes. Pero también se ha convertido en un símbolo del rápido ritmo del calentamiento global. El Mont Blanc se está calentando más del doble de rápido que el resto del mundo. El mar de Hielo se ha ido reduciendo desde principios del siglo XX, pero la pérdida se ha acelerado en las últimas dos décadas. Desde 1900, se ha reducido en cerca de un tercio de su volumen. En total, ha perdido aproximadamente 1.5 kilómetros cúbicos de hielo. Eso equivale a más de medio millón de piscinas olímpicas de hielo.

"Los glaciares son símbolos del cambio climático porque son los elementos de la naturaleza que reaccionan más rápidamente", explica el glaciólogo francés Luc Moreau. "La radiación solar, la temperatura y los gases de efecto invernadero son cosas invisibles, pero la medición de los glaciares nos da información de todo esto".

Los glaciares pasan por ciclos de fusión y congelación, perdiendo masa en climas cálidos y recuperándola una vez que baja la temperatura. Cuando Moreau llegó a Chamonix en 1987, el mar de Hielo pudo recuperar mucho, si no más, de su volumen durante el invierno. Ahora simplemente se encoge.


Independientemente de cuánto se caliente el planeta, los glaciares de los Alpes perderán aproximadamente la mitad de su volumen de 2017 para 2050, según Harry Zekollari, glaciólogo de la Universidad de Tecnología de Delft, en Países Bajos. Si los humanos siguen emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual, los glaciares de los Alpes perderán cerca de 90 por ciento de su volumen a finales de siglo, según un modelo que Zekollari y otros desarrollaron utilizando datos de los 4 mil glaciares de los Alpes. Si las emisiones se ajustan al objetivo del acuerdo climático de París de limitar el calentamiento por debajo de los 2 °C para fines de este siglo, perderán alrededor de dos tercios.

"Seremos los que determinemos si todavía queda hielo en los Alpes europeos a finales de este siglo o no", apunta Zekollari.

Durante décadas, Chamonix ha sido considerada la capital mundial del alpinismo. Algunos de los montañistas más famosos del mundo aprendieron a escalar y caminar sobre hielo en las laderas del Mont Blanc. En cualquier noche del año pasado, la región de Aubergne-Rhône-Alpes a la que pertenece Chamonix recibió a más de 440 mil visitantes, aunque, por supuesto, el número real de visitantes varía según la temporada y podría haber sido mucho mayor en ciertos meses. La mitad de las personas que viajaron allí lo hicieron por los deportes de invierno, y gastaron un estimado de 21 mil millones de euros (24 mil 700 millones de dólares), según el informe de la autoridad de turismo de la región.

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