La Corte Suprema de Brasil podría revertir años de trabajo que hizo el grupo anticorrupción Lava Jato, que envió a algunos de los principales políticos y empresarios del país a la cárcel.
El martes, un panel de cinco jueces debatió si Sergio Moro, quien fuera el juez a cargo de la investigación y el rostro más público de esta, fue parcial en sus fallos contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Si se considera que actuó con prejuicios, la decisión podría abrir la puerta para que otros a los que haya condenado soliciten la revisión de sus casos.
Hasta el momento han votado cuatro magistrados, dos a favor y dos en contra. El quinto pidió más tiempo para investigar el caso, retrasando el fallo. Los jueces pueden cambiar sus votos hasta que se anuncie una decisión final y no hay un tiempo establecido para que se reanude la discusión.
El caso Lava Jato fue objeto de escrutinio público más severo después de que una serie de conversaciones privadas entre el juez principal y los fiscales sugirieran que Moro los estaba guiando para asegurar la condena de Lula.
"No se combate el crimen con crimen", dijo el martes el juez Gilmar Mendes durante el debate virtual de la Corte , y agregó que Moro tenía la intención de deslegitimar al Partido de los Trabajadores de Lula y sacar al expresidente de la política electoral.
Moro, que negó haber actuado mal, dejó el grupo de trabajo a fines de 2018 para convertirse en ministro de Justicia de Jair Bolsonaro. En abril pasado renunció, después de acusar al presidente de intentar inmiscuirse en la policía federal.
El caso en su contra había permanecido estancado durante meses en el Tribunal superior, pero se reanudó el martes, un día después de que el juez de la Corte Suprema Edson Fachin, anulara las condenas de Moro contra el expresidente en 2017 en otro golpe a Lava Jato.
"Todos los condenados o acusados en la investigación de Lava Jato están llenos de esperanza después de lo que acaba de pasar", dijo Debora Santos, consultora de XP Investmentos que se especializa en asuntos legales. "Fachin acaba de dar un ejemplo de inseguridad jurídica: alguien que fue condenado y estuvo más de 500 días en prisión ahora es completamente libre".
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Con la colaboración de Luana Vicentina*