El Gobierno del presidente Joe Biden anunció este viernes sus planes para que decenas de miles de solicitantes de asilo que esperan en México a sus próximas vistas ante tribunales de inmigración puedan ingresar a Estados Unidos mientras sus casos avanzan.
Los primeros de los 25 mil solicitantes de asilo que se estima que están en México con casos abiertos podrán pasar a Estados Unidos el próximo 19 de febrero, según las autoridades. Planean empezar lentamente con dos pasos fronterizos, que procesarán, cada uno, a hasta 300 personas al día, y con un tercero por el que pasará menos gente.
Funcionarios gubernamentales declinaron identificarlos por temor a que esto pueda animar a los migrantes a acudir en masa a esos puntos.
La medida es un importante paso para desmantelar una de las políticas más importantes del expresidente Donald Trump para disuadir a los solicitantes de asilo de ir a EU. Alrededor de 70 mil personas en esta situación entraron al programa 'Permanecer en México', cuyo nombre oficial es 'Protocolos de protección de migrantes', desde su inicio en enero de 2019.
En el primer día de Biden en el Despacho Oval, el Departamento de Seguridad Nacional suspendió esta política para los recién llegados. Desde entonces, algunos solicitantes de asilo detenidos en la frontera quedaron libres en territorio estadounidense con un citación para comparecer ante un juez.
Biden está cumpliendo rápidamente con su promesa electoral de acabar con esta política, que según el gobierno de Trump era fundamental para revertir el incremento en las llegadas de solicitantes de asilo que alcanzó su pico máximo en 2019. Pero la medida también expuso a los migrantes a la violencia en las ciudades fronterizas mexicanas y les complicó mucho el poder encontrar abogados y comunicarse con los tribunales sobre sus casos.
"Como ha dejado claro el presidente Biden, el Gobierno de Estados Unidos está comprometido a reconstruir un sistema migratorio seguro, ordenado y humano", dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
"Esta última acción es otro paso en nuestro compromiso de reformar las políticas migratorias que no se alinean con los valores de nuestra nación", agregó.
Según Seguridad Nacional, la medida "no debe interpretarse como una oportunidad para que la gente emigre de forma irregular a Estados Unidos".
Funcionarios gubernamentales han repetido que la mayoría de quienes ingresan al país de forma ilegal son expulsados rápidamente en base a una orden de salud pública vigente desde el inicio de la pandemia del coronavirus en marzo, pero la liberación de algunas familias que pedían asilo en Texas y California ha funcionario en contra de ese mensaje.