Se anunció el descubrimiento de nuevos fragmentos de los Manuscritos del Mar Muerto en una cueva en el desierto de Judea a la que solo se puede llegar haciendo rápel por un escarpado acantilado. Se trata de los primeros de estos fragmentos que se encuentran allí en décadas.
Las docenas de fragmentos, escritos por dos escribas diferentes, contenían partes del Libro de los 12 Profetas Menores en griego, informó la Autoridad de Antigüedades de Israel en un comunicado de prensa. La entidad ha estado rastreando el área en una carrera contra los saqueadores de antigüedades, que han rondado el área desde los años 40, cuando se descubrieron los primeros Manuscritos del Mar Muerto, considerados las primeras copias conocidas de la Biblia.
Encontrar los nuevos fragmentos no fue poca cosa. El equipo de búsqueda mostró "excepcional valentía", haciendo rápel para bajar unos 80 metros hasta las cuevas, soportando el sofocante polvo y "regresando con presentes de valor incalculable para la humanidad", dijo en el comunicado el director de la autoridad, Israel Hasson.
El equipo también encontró el esqueleto de un niño de 6 mil años de antigüedad envuelto en una tela y momificado, además de una canasta grande e intacta que data de hace 10 mil 500 años, posiblemente la más antigua de su tipo en el mundo, dijo la autoridad.
Las personas que escribieron los Manuscritos del Mar Muerto los escondieron en cuevas a lo largo de la costa del mar Muerto, probablemente en la época en que los romanos destruyeron el templo judío bíblico en Jerusalén en el año 70 d. C. Generalmente se atribuyen a una secta judía aislada, la Esenios, que se establecieron en Qumrán en el desierto de Judea.
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