ARGEL.- Argelia ha entrado en una nueva era de incertidumbre con la renuncia del presidente Abdelaziz Bouteflika, suscitando la incógnita de qué pasará en este país rico en gas y aliado en la lucha contra el terrorismo.
El Consejo Constitucional de 12 miembros comenzó una reunión este miércoles para confirmar la salida del hombre que ha gobernado al país por 20 años y que fue una figura prominente en el mundo árabe durante décadas.
El mandatario, de 82 años y de aspecto endeble, salió por la televisión imágenes entregando su carta de renuncia al presidente del Consejo Constitucional, Tayeb Belaiz. Bouteflika, quien no ha aparecido en público desde que sufrió un derrame cerebral en el 2013, se veía pálido y débil, y en vez de traje y corbata vestía una túnica tradicional.
Al conocerse la noticia de la renuncia el martes a la noche, miles de argelinos salieron a las calles a celebrar, entonando canciones y ondeando banderas. Sin embargo, la salida de Bouteflika probablemente no cumplirá con las expectativas colectivas de reemplazar a la élite política, vista como cerrada y corrupta.
"Nuestra sesión de hoy está relacionada con establecer el vacío en el puesto de la presidencia de la república tras la renuncia del señor Abdelaziz Bouteflika ayer", dijo Belaiz al iniciar el encuentro del Consejo Constitucional.
Según la Constitución de Argelia, cuando la presidencia está vacante por renuncia o fallecimiento, el Consejo Constitucional debe confirmar la ausencia de liderazgo y convocar a ambas cámaras del Parlamento. El presidente de la cámara alta de la legislatura pasa a encabezar el gobierno nacional por 90 días mientras se organizan nuevas elecciones.
El actual titular de la cámara alta es Abdelkader Bensalah, aliado de Bouteflika como también lo es el primer ministro Noureddine Bedoui, acusado de cometer fraude en las elecciones presidenciales del 2014 y de orquestar la represión de las manifestaciones.
Para quienes han salido a protestar las últimas semanas, los que están ascendiendo al poder ahora son parte de la misma élite detestada.
Desde ya se ha convocado a nuevas protestas para el viernes, luego de tres viernes seguidos de marchas masivas pero pacíficas que sorprendieron a la clase gobernante por su magnitud y durabilidad.
Sin embargo, el movimiento no ha producido un liderazgo alternativo a la cúpula política actual.
Hay países atentos a lo que suceda en Argelia debido a las dudas de cómo la situación política impactará la entrega de gas y petróleo a Europa, Cuba y otras naciones de África, además de los temas de cooperación en seguridad con Europa y Estados Unidos.