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ISIS contraataca en Mosul y enfrenta amenaza por bastión en Siria

Apoyados por Estados Unidos, los rebeldes sirios anunciaron el inicio de una campaña para recuperar Raqqa, bastión en Siria del Estado Islámico, que atacó con coches bomba y emboscadas en Mosul.

El Estado Islámico (ISIS) atacó el domingo a las tropas iraquíes con coches bomba y emboscadas en Mosul, pero encaran un ataque en un nuevo frente, ya que los rebeldes sirios lanzaron una campaña para recuperar Raqqa.

Los yihadistas perdieron el control de siete distritos orientales de Mosul ante las fuerzas iraquíes, que atravesaron sus líneas de defensa el lunes. Funcionarios dicen que los militantes ahora se están escudando en los civiles y que están atacando a los soldados en lo que describieron como "la lucha urbana más encarnizada del mundo".

El mayor general Maan al-Sadi, comandante de la unidad antiterrorista del Ejército iraquí, dijo a medios estatales que los militantes del Estado Islámico instalaron más de 100 coches bomba contra sus fuerzas en el este de Mosul, uno de los numerosos frentes por donde las tropas intentan entrar a la ciudad.

Mosul, la mayor ciudad controlada jamás por el Estado Islámico, está en manos de los yihadistas desde que expulsaron al Ejército del norte de Irak en junio del 2014.

La campaña para recuperar Mosul, que ya lleva tres semanas, está integrada por unos 100 mil soldados, fuerzas de seguridad, miembros de milicias chiíes y combatientes kurdos, y recibe el respaldo de la coalición militar liderada por Estados Unidos.

Al otro lado de la frontera, los rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos anunciaron el domingo el inicio de su propia campaña, llamada "Ira del Eúfrates", para recapturar Raqqa, el bastión del Estado Islámico en Siria.

Las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF, por sus siglas en inglés) constituyen una alianza entre grupos armados kurdos y árabes que ha logrado recuperar vastas zonas de territorio en la frontera sirio-turca de manos del Estado Islámico y han llegado a acercarse a una zona situada a unos 30 kilómetros de Raqqa.

Washington sostiene que la batalla por Raqqa coincidirá con el asalto a Mosul, en parte debido a la preocupación respecto a que cualquier retraso permita al Estado Islámico usar la ciudad como base para planificar y lanzar ataques en otros puntos del exterior.

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