La detención de decenas de manifestantes en las principales ciudades de Kazajistán empañaron las elecciones presidenciales, las primeras desde la independencia en 1991, en la que salió victorioso Kasim-Yomart Tokáyev, con 70.13 por ciento de los votos, según encuestas de salida.
Los casi 12 millones de kazajos estaban llamados a las urnas en las presidenciales.
"¡Shal, ket!" ("¡Viejo, vete!"), gritaban los manifestantes que se congregaron frente del Palacio de la Juventud, en el casco viejo de la capital kazaja.
Se referían a Nursultán Nazarbáyev, quien renunció en marzo pasado luego de ejercer el poder por 30 años, pero sigue siendo el líder en la sombra del influyente Consejo de Seguridad.
Agentes de la policía con equipo antidisturbios detuvieron a decenas de manifestantes en las ciudades de Almaty y en Nur-Sultan, mientras dispersaban las protestas. El viceministro del Interior, Marat Kozhayev, reportó que alrededor de 500 personas están bajo arresto, según informes de prensa.
Los manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades de Kazajistán para protestar por las elecciones presidenciales en el país, afirmando que la votación no fue democrática, porque el resultado estaba arreglado.
Sin embargo, Tokáyev dijo que "lo más importante en nuestro país es la unidad. Cada elección no puede ser un campo de batalla, un motivo para el conflicto, sino una batalla de programas e ideas".
Tokáyev, en el poder en Kazajistán desde la renuncia en marzo del padre de la nación, Nursultán Nazarbáyev, habría recibido un 70.13 por ciento de los votos, de acuerdo al instituto Opinión Pública.