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La emergencia que declaró Trump tiene un problema: no es una emergencia

El presidente de Estados Unidos declaró una emergencia nacional con la intención de acceder a fondos para cumplir con su promesa de campaña de levantar un muro en la frontera con México pero, ¿qué hay detrás?

Como se esperaba, el presidente Donald Trump anunció este viernes la declaración de emergencia nacional para poder transferir el dinero que el Congreso no aprobó para construir un muro en la frontera que Estados Unidos comparte con México.

Trump anunció esta medida en una de sus extrañas declaraciones que, antes de 2017, los estadounidenses probablemente pensaban que solo eran hechas por hombres fuertes de otros países.

La parodia clásica la hace Woody Allen en Bananas, película en la que un dictador ficticio del inexistente estado de San Marcos declara que el idioma oficial es el sueco.

En su declaración y en las preguntas de la prensa a las que respondió, Trump divagó sobre varios temas antes de realmente llegar al punto.

Examinó cuán bueno era para China imponer pena de muerte en delitos sobre drogas; repitió su afirmación ficticia de haber evitado una guerra ficticia de Barack Obama y Corea del Norte; y socavó su propuesta de la supuesta "emergencia" diciendo que "no necesito hacer esto, pero prefiero hacerlo rápido".

Aunado a ello, utilizó un tono extraño durante su discurso cuando habló sobre los posibles procedimientos judiciales en su declaración de emergencia.

Además, como de costumbre, caracterizó de manera errónea la política de Estados Unidos sobre inmigración legal, y continuó relatando historias sobre cruces fronterizos que los expertos han desacreditado anteriormente. Un par de reporteros lo presionaron para que mencionara de dónde obtenía esa información, dado que constantemente dice cosas que contradicen los hechos que publica su propia administración. Su respuesta no pudo acercarse a algo coherente.

Jamelle Bouie, un columnista del New York Times, lo expresó mejor en un tuit: "Hoy es uno de esos días en el que una descripción clara del comportamiento del presidente suena parcial y de mala fe".

(Eso ni siquiera llega a la forma despectiva en la que Trump usa a las familias de personas asesinadas por ciudadanos indocumentados. Esas historias son trágicas, claro, pero también lo son todos los asesinatos. Y, como los reporteros apuntaron al presidente, la evidencia indica que los inmigrantes suelen cometer poco este tipo de crímenes).

Para que quede claro: nada de esto cambia las cosas. El Congreso lo desafiará o no lo desafiará y las cortes defenderán o no su autoridad en esta área. Y el evento de este viernes ciertamente no convencerá a nadie que no estuviera ya convencido la última vez que Trump utilizó estos argumentos, o la vez anterior a eso. Es simplemente remarcable que el presidente de Estados Unidos actúe de este modo.

* Jonathan Bernstein es un columnista de Bloomberg Opinion que escribe sobre política. Es profesor de ciencia política en la Universidad de San Antonio, Texas, y de la Universidad DePauw.

*Este texto no refleja la opinión editorial de Bloomberg ni del equipo de El Financiero.

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