Venezuela tuvo su primer frenesí de Black Friday luego de que el Gobierno del país sudamericano aflojara los controles económicos y permitiera que la gente gastara en dólares.
Residentes de Caracas acudieron a los centros comerciales en busca de descuentos en productos electrónicos y ropa. La gente hizo fila para comprar tenis Adidas y teléfonos Huawei, tal como solían hacer para comprar harina y granos hasta hace poco.
"Esta es la mayor cantidad de clientes que he visto en todo el año", dijo Josué Contreras, vendedor en un almacén Adidas. "La mayoría paga en dólares, pocos en bolívares".
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro abandonó silenciosamente década y media de controles de precios en los últimos meses, y permitió que se realizaran transacciones en dólares, en lugar de bolívares hiperinflacionarios. Esto ha desencadenado un resurgimiento minorista, incluso cuando el país sufre la peor depresión económica en la historia del continente.
En el centro comercial Sambil, el más grande de Caracas, alrededor de 50 personas hacían fila fuera del almacén Adidas, esperando su turno para mirar los artículos deportivos a la venta con descuentos entre 20 por ciento y 50 por ciento. Los guardias de seguridad solo permitieron de a cinco compradores dentro del almacén a la vez, por temor a los ladrones.
Familias paseaban por pasillos ya decorados de Navidad, mirando vitrinas y sosteniendo sus artículos recién comprados. Los restaurantes de comida rápida y sushi estaban llenos.
Un gran número de venezolanos ahora recibe remesas de divisas de 4 millones de personas. Pero incluso aquellos sin acceso a billetes verdes se unieron a la búsqueda de gangas, ya que los descuentos son poco frecuentes.
Muchos consumidores desconfiaban de ser estafados y buscaban los precios minoristas de Estados Unidos en sus teléfonos antes de comprar cualquier cosa.
"En algunos productos duplican el precio en comparación con Estados Unidos, por lo que incluso con un descuento de 20 por ciento se termina pagando mucho más", dijo Carlos Sánchez, quien compró dos relojes deportivos por 37 dólares cada uno.
Después del descuento, un Samsung Galaxy A70 quedaba a la venta en 450 dólares, un Nintendo Switch en 500 dólares. En EU, los mismos artículos están disponibles en Amazon por 338 dólares y 269 dólares.
Algunos centros comerciales extendieron las horas de cierre hasta la medianoche, una medida inusual en una ciudad donde el miedo al crimen disuade a muchas personas de aventurarse después del anochecer. Las tiendas en algunas ciudades provinciales también tuvieron promociones de Black Friday.