BERLÍN.- Angela Merkel comenzaba a sondear a los socios para construir un Gobierno de coalición tras conseguir un cuarto mandato como canciller alemana en las elecciones del domingo, mientras intenta recuperarse del impacto sufrido por el auge de la extrema derecha.
Dañado por su decisión hace dos años de permitir el ingreso a Alemania de un millón de inmigrantes, el bloque conservador de Merkel logró un 33 por ciento de los votos, 8.5 puntos menos que en las elecciones de 2013 y su nivel más bajo de apoyo desde 1949.
Sus socios de coalición, los socialdemócratas de centroizquierda, también se desplomaron y anunciaron que pasarán a la oposición.
Los votantes respaldaron con fuerza a la agrupación antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD), el primer partido de extrema derecha que entra al Parlamento alemán en más de medio siglo. Sin embargo, AfD apenas tuvo tiempo de saborear su tercer lugar en los comicios antes de exhibir fuertes disputas internas.
Muchos alemanes ven el ascenso de AfD como un rechazo similar al "status quo" reflejado en el referendo que selló la salida de Reino Unido de la Unión Europea y en los comicios que llevaron a la Casa Blanca a Donald Trump el año pasado.
Sin embargo, el centro político de Alemania se mantuvo más fuerte que en Reino Unido y Estados Unidos, ya que en la principal potencia europea más votantes se han beneficiado de la globalización y la mayoría evita un regreso al pasado extremista del país.
El partido de Merkel sigue siendo el mayor bloque parlamentario, por lo que la canciller dijo que sus aliados se dedicarán a la construcción del próximo Gobierno. También se mostró segura de que una coalición gobernante estará formada antes de Navidad.
Martin Schulz, líder de los socialdemócratas que gobernaron con Merkel desde 2013, dijo que su partido no tenía más remedio que entrar en la oposición después de lograr un 20.5 por ciento de los votos, un mínimo desde la posguerra.
"Hemos comprendido nuestra tarea: ser una oposición fuerte en este país y defender la democracia contra quienes la cuestionan y atacan", dijo Schulz a los miembros de su partido.
Los inversionistas están preocupados por la perspectiva de una Merkel más débil a la cabeza de una coalición potencialmente inestable junto al Partido Democrático Libre, un grupo proempresarial, y los Verdes de centroizquierda.
También están inquietos de que los meses de conversaciones para formar una coalición puedan distraer al país de las negociaciones con Reino Unido sobre su divorcio de la Unión Europea y de los esfuerzos para impulsar la integración. El euro y las acciones europeas caían este lunes.