Michael Bloomberg deja la contienda demócrata; respalda a Biden

Michael Bloomberg suspendió este miércoles su campaña presidencial después de no poder persuadir a los votantes demócratas de que era la mejor opción para derrotar al presidente Donald Trump a pesar del gasto récord que superó los 600 millones de dólares.

Bloomberg señaló que respaldará la candidatura del exvicepresidente Joe Biden, quien salió victorioso en el 'supermartes'.

"Siempre he creído que para derrotar a Donald Trump hay que unirse detrás del candidato con la mejor oportunidad para hacerlo. Después de la votación de ayer, está claro que el candidato es mi amigo y un gran estadounidense, Joe Biden", expresó en un comunicado.

Bloomberg apostó gran parte del futuro de su candidatura en obtener un número importante de delegados en el 'supermartes' y las primarias posteriores, después de haber decidido saltarse los primeros cuatro procesos de votación.

No obstante, decidió retirarse después de que no reunió a los suficientes representantes para ser considerado como un contendiente 'serio'.

"Hace tres meses, ingresé a la carrera por la presidencia para derrotar a Donald Trump. Hoy, me voy de la carrera por la misma razón: para derrotar a Donald Trump porque para mí es claro que quedarse hará que sea más difícil lograr ese objetivo", agregó en un comunicado emitido por su equipo de campaña.

Cuando anunció su candidatura, Bloomberg informó a sus empleados que se alejaría de la dirección de la empresa durante la campaña, y pasaría la operación diaria a un comité de gestión.

El empresario reconsideró el año pasado su decisión de no postularse para presidente de Estados Unidos en noviembre próximo, argumentando que la debilidad de candidatos vistos como 'centristas' lo obligaba a unirse a la contienda.

El martes, Biden dominó la votación del proceso demócrata, ganando nueve estados de 14. Bloomberg obtuvo 43 delegados, pero solo ganó en Samoa Americana.

Bloomberg se unió 'tarde' al proceso, hasta el 24 de noviembre de 2019, pero rápidamente subió en las encuestas y se colocó como un candidato de primer nivel. Ese fenómeno se debió en parte a la construcción de una campaña con más de 2 mil 400 empleados distribuidos en 200 oficinas en 43 estados y territorios.

También inundó los canales de televisión con un gasto de más de 550 millones de dólares en publicidad en el transcurso de su candidatura, que siempre fue autofinanciada. Casi el 60 por ciento de los estadounidenses dijeron que habían visto uno de sus anuncios televisivos o digitales, según las encuestas.

Se estima que invirtió al menos 687 millones de dólares en su candidatura.

Con esto, solo quedan tres candidatos en la contienda: el exvicepresidente Joe Biden; el senador por Vermont, Bernie Sanders, y la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren.