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No me voy, no me voy, no me voy, asegura Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que no se dejará abatir y que continuará luchando como lo ha hecho toda la vida y dijo que la acusan de actos que no son ilegales. 

BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró ayer que no renunciará a pesar del revés que le asestó el domingo la Cámara de Diputados en el proceso para ser destituida, y se manifestó indignada porque según dijo, la acusan de actos que no son ilegales.

"No me dejaré abatir, no me voy a paralizar por esto, voy a continuar luchando y voy a luchar como lo hice toda la vida", dijo la mandataria en una rueda de prensa en el palacio gubernamental de Planalto.

"Están torturando mis sueños, mis derechos, pero no van a matar mi esperanza, porque sé que la democracia está del lado correcto de la historia", añadió en su primer mensaje luego de que la Cámara de Diputados aprobó la noche del domingo pasar al Senado un proceso de juicio político por el que podría ser separada del cargo por 180 días.

Visiblemente enojada, afirmó que en el pasado enfrentó la dictadura por convicción y ahora enfrentará de la misma manera "este golpe de Estado". "Ningún gobierno será legítimo así, el pueblo no podrá sentirse representado", advirtió la presienta.

Destacó que la imagen que su proceso transmite al mundo, "es la del abuso de poder, falta de compromiso con las instituciones y con las prácticas éticas y morales".

Para la mandataria, están cometiendo una injusticia con ella. "Están condenando a una inocente", repitió una y otra vez. Es que según la izquierdista, los actos que se le imputan son los mismos que practicaron todos los otros presidente brasileños pero nunca fueron catalogados de crímenes o ilegalidad.

Luego de ser aprobada en el Congreso la iniciativa de ley para llevar a juicio político a Rousseff ha pasado al Senado. Si la Cámara Alta lo avala, será destituida 180 días mientras se realiza el juicio.

La mandataria está acusada de usar dinero del banco estatal para cubrir huecos en el presupuesto federal, pero ella argumenta que otros presidentes tomaron medidas similares y no los han acusado de crimen alguno.

"Estoy triste pero tengo fuerza y valor. Recién empieza la lucha, tengo la conciencia tranquila. Recibí 54 millones de votos y me siento indignada por la decisión en mi contra", repitió una y otra vez.

Rousseff apuntó en la conferencia contra la oposición y también contra su propio vicepresidente, Michel Temer. "No se puede pedir un proceso de impeachment o destitución ya que esto es una tentativa de elección indirecta que ocurre porque quienes quieren llegar al poder no tienen los votos para hacerlo", dijo.

Y agregó: "Es injusto que el vicepresidente conspire contra la presidenta de la república abiertamente, en ninguna democracia en el mundo esto ocurre".

En una comparación con la dictadura brasileña, resaltó: "Mis derechos son torturados en este momento, pero voy a defenderme ante el Senado".

"El mundo y la historia nos observa, tengo la fortaleza suficiente para enfrentarme a este juicio y a esta injusticia, pero tengo valentía y no voy a paralizarme ni a desalentarme, voy a seguir luchando", insistió la mandataria.

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