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Estados Unidos y Corea del Norte 'le bajan dos rayitas'

Los gobiernos de Donald Trump y de Kim Jong-un han mantenido una tensa relación durante varios meses, que se agudizó en las últimas semanas; sin embargo, ahora parecen apuntar al diálogo. ¿Se mantendrá así?

Las amenazas militares entre Estados Unidos y Corea del Norte llegaron a un punto en el que desataron una preocupación global , golpeando incluso a los mercados; sin embargo, en las últimas horas parece que, en términos coloquiales, 'le bajaron dos rayitas'.

Durante meses, tanto Donald Trump como Kim Jong-un, quien se comunica a través de las agencias estatales de su país, mantuvieron una fuerte tensión no sólo en sus naciones sino a nivel mundial.

Aquí te explicamos cómo ha sido el 'affaire' Trump-Jong-un hasta ahora.

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EL INICIO DE LA 'PELEA'

Desde días antes de tomar posesión, Donald Trump estuvo en contra de Corea del Norte y sus pruebas de misiles.

En enero, el gobierno de Kim Jong-un anunció que estaba a punto de hacer un ensayo transcontinental con armas nucleares.

La reacción en EU no se hizo esperar y el entonces mandatario electo estadounidense afirmó que el arsenal nuclear de Norcorea no alcanzaría a su país.

Para febrero, cuando ya era presidente, Trump anunció el reforzamiento del arsenal nuclear estadounidense, justo cuando Corea del Norte acababa de hacer otro ensayo de misiles.

Dos meses después, el mandatario de EU no descartó un conflicto con el país asiático.

"Existe la posibilidad de que podamos terminar teniendo un gran, gran conflicto con Corea del Norte. Absolutamente", dijo Trump a Reuters en una entrevista en la Oficina Oval.

Pese a estas declaraciones, en mayo de este año, el presidente estadounidense dijo que no descartaba una reunión con Jong-un.

"Si fuera apropiado para mí reunirme con él, claro que lo haría, estaría honrado de hacerlo", dijo Trump en una entrevista con Bloomberg News. "Si es, otra vez, si es en las circunstancias adecuadas. Pero lo haría".

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¿SE ACERCAN LOS MISILES?

Aunque la tensión fue constante durante este tiempo, en los primeros días de agosto de este año ambos países aumentaron sus amenazas.

El 8 de agosto el régimen norcoreano advirtió al gobierno estadounidense con darle una "lección severa" con su fuerza nuclear estratégica en respuesta a cualquier acción militar estadounidense.

Ante esto, Donald Trump aseguró que Corea del Norte no debía volver a amedrentar a EU porque, "si lo hace, se encontrará con un fuego y una furia que el mundo jamás ha visto", además de que dio a conocer que el arsenal nuclear estadounidense "es más fuerte que nunca".

Dos días después, el gobierno norcoreano dio a conocer los detalles de un posible ataque con cuatro misiles a la región de Guam, territorio donde hay bases aéreas y navales, así como lanzaderas de defensa antimisiles en la isla pertenecientes a Estados Unidos.

Esto provocó la caída de las bolsas de Asia, y las acciones en Seúl tocaron un mínimo en siete semanas.

El 11 de ese mes, el presidente estadounidense anunció que las opciones militares contra Corea del Norte estaban listas para ser desplegadas. Ese mismo día, el gobierno de EU y Corea del Sur anunciaron que realizarían maniobras militares ante un posible ataque norcoreano.

Ante el aumento de amenazas, gobiernos como el de China pidieron que tanto Trump como Jong-un buscaran una solución pacífica.

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¿Y AHORA?

Cuando las tensiones subían 'como la espuma', Corea del Norte hizo una declaración que bajó las tensiones entre gobiernos: analizará sus planes contra Estados Unidos.

"Estados Unidos, que fue el primero en traer una gran cantidad de equipamiento nuclear cerca nuestro, debería tomar la decisión correcta y mostrar a través de sus acciones si quieren aliviar las tensiones en la Península de Corea y prevenir un conflicto militar peligroso", sostuvo Kim Jong-un, según la agencia estatal norcoreana KCNA.

Ante esto, EU también disminuyó el tono de sus anuncios. Este martes, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que el gobierno está abierto al diálogo con el régimen de Corea del Norte.

El lunes, Tillerson y el secretario de Defensa, Jim Mattis, habían señalado en una columna de opinión en The Wall Street Journal que Estados Unidos "no busca" cambiar el régimen de Pyongyang ni acelerar la reunificación de la Península de Corea.

Washington "no busca ningún pretexto para estacionar tropas al norte de la zona desmilitarizada (que marca la frontera entre las dos Corea). No tenemos ningún deseo de hacerle mal al pueblo norcoreano, que ya ha sufrido mucho y que no debe ser confundido con el régimen hostil de Pyongyang", indicaron.

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