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Nueva era en Brasil; Rousseff, fuera de la presidencia por 180 días

El Senado aprobó iniciar un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff tras ser acusada de violar leyes fiscales en 2014, con ello, se interrumpen 13 años de gobierno de izquierda en el gigante latinoamericano.

BRASILIA.- El Senado de Brasil aprobó la madrugada de este jueves suspender a la presidenta Dilma Rousseff para la apertura de un proceso de juicio político tras ser acusada de violar leyes fiscales al trasladar fondos a fines distintos a los asignados antes de su campaña de reelección de 2014..

El inicio del juicio político implica que Rousseff quedará suspendida de su cargo por 180 días.

La Cámara Alta cumplió más de 20 horas de sesión antes de que llegara la votación histórica que interrumpiría 13 años de gobierno de izquierda en medio de una severa crisis económica que aqueja desde hace más de un año al gigante latinoamericano.

El resultado fue de 55 votos a favor del juicio político a Rousseff, frente a 22 en contra de un total de 78 senadores, sin contar el voto del presidente del Senado.

Horas antes la mandataria ya había retirado sus pertenencias personales de su oficina en el Palacio de Planalto, mientras las calles del país ardían por diversos enfrentamientos violentos entre los seguidores y los detractores de la presidenta.

De acuerdo con el diario O Globo, el único senador que durante la sesión no externó el sentido de su voto fue Fernando Collar, otrora presidente de Brasil, quien en 1992 renunció al cargo cuando atravesaba una situación similar a la que pasa la actual mandataria de ser sometida a un juicio político.



Ante la aprobación del juicio político, Brasil tiene dos mandatarios, uno en funciones -Temer- y otro suspendido -Rousseff-, quien podría regresar al cargo de ser encontrada inocente.

ÚLTIMO DECRETO 

Si Rousseff es finalmente declarada culpable al cabo de un juicio que puede durar un máximo de seis meses, Temer quedará al frente del país hasta 2018, cuando culmina la actual administración.

El hasta ayer vicepresidente cuenta con el apoyo de los mercados, pero su popularidad es ínfima: solo un 2 por ciento de los brasileños votaría por él en elecciones presidenciales.

La mandataria todavía alcanzó a firmar por la mañana del miércoles un decreto que autoriza al Ejército brasileño derribar aviones intrusos que sobrevuelen el territorio nacional durante los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, con el objetivo de garantizar la seguridad.

La ordenanza se aplicará durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos, que iniciarán del 5 al 21 de agosto, así como en los Juegos Paralímpicos, del 7 al 18 de septiembre.

Ante la inminente suspensión de Rousseff, un grupo de diputados de formaciones de izquierda, encabezados por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), anunció que obstruirá sistemáticamente cualquier proyecto de ley que sea propuesto al Congreso por un eventual gobierno del vicepresidente Temer.

"Lo que Temer propone para el país es una agenda neoliberal, conservadora, que retirará derechos, pero los diputados del PT estaremos al frente de la lucha para impedir cualquier retroceso", dijo el vocero del PT en la Cámara Baja, Afonso Florence.

Fuertes incidentes se reportaron en Brasilia mientras en el Senado se definía el futuro de Rousseff. La policía militar informó que partidarios del PT lanzaron petardos, piedras y vidrios contra los efectivos, en tanto los manifestantes denunciaron que fueron reprimidos por las fuerzas del órden público.

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