Los expresidentes estadounidenses Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton dijeron que estarían dispuestos a inyectarse públicamente una vacuna contra el coronavirus, una vez que esté disponible, para alentar a todos los estadounidenses a vacunarse contra una enfermedad que ya ha matado a más de 273 mil personas en todo el país.
El miércoles, Estados Unidos tuvo su día con más muertes por COVID-19, al superar las dos mil 600, según la Universidad Johns Hopkins. A su vez, las hospitalizaciones en el país rebasaron las 100 mil por primera vez, de acuerdo con la institución educativa.
La vacuna de Pfizer será la primera en entregarse en Estados Unidos. Los primeros envíos se entregarán el 15 de diciembre, de acuerdo con un documento de Operation Warp Speed obtenido por CNN. En el documento se estima que el primer envío de la vacuna de Moderna se entregará el 22 de diciembre.
Operation Warp Speed es la asociación público-privada creada por el gobierno estadounidense para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas, terapias y diagnósticos contra el COVID-19.
El lunes, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo a los gobernadores que la distribución de una vacuna contra el coronavirus podría comenzar en la tercera semana de diciembre, lo que indica que los reguladores estadounidenses aprobarán rápidamente una autorización de emergencia para las primeras vacunas.
Moderna se sumó a Pfizer el lunes al solicitar a la FDA una autorización de uso de emergencia para su inyección. Ambas vacunas tienen una efectividad superior al 90 por ciento, según los resultados preliminares de los ensayos clínicos, aunque los retos de distribución incluyen la necesidad de dos inyecciones.
Con información de AP y de Bloomberg.