CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco confirmó este martes la suspensión del ejercicio sacerdotal del cardenal George Pell, quien fue declarado culpable de delitos sexuales contra menores de edad en Australia.
El religioso, además, no podrá tener contacto con niños.
En la primera respuesta del Vaticano a la condena, el portavoz del Vaticano Alessandro Gisotti dijo a reporteros que esto es "doloroso" para muchos, pero el cardenal ha proclamado su inocencia y tiene el derecho a "defenderse hasta el último nivel" del proceso judicial.
Pell, asesor financiero del papa Francisco y ministro de Economía del Vaticano, fue declarado culpable en su país por manosear a dos monaguillos momentos después de oficiar una misa, en un nuevo revés para la credibilidad de la jerarquía católica luego de un año de revelaciones de abusos y encubrimientos en todo el mundo.
El cardenal guardó la compostura mientras el jurado, compuesto por 12 miembros, emitía veredictos unánimes en el tribunal del condado de Victoria el 11 de diciembre, tras más de dos días de deliberaciones. La corte tenía prohibido publicar detalles del proceso hasta el martes.
El jurado declaró al religioso culpable de haber abusado de dos niños de 13 años a quienes encontró bebiendo vino sacramental en un cuarto trasero de la Catedral de San Patricio en Melbourne a fines de 1996, cuando él tenía 55 años, mientras cientos de fieles salían de la iglesia tras los servicios dominicales. También se declaró culpable a Pell de haber abusado de uno de los muchachos en un pasillo más de un mes después.
El cardenal, que ahora tiene 77 años, se enfrenta una condena de hasta 50 años en prisión en la audiencia para la sentencia que arranca el miércoles. La semana pasada presentó una apelación a las condenas.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Australia, el arzobispo Mark Benedict Coleridge, dijo que la condena a Pell ha "sorprendido a muchos en Australia y en todo el mundo", incluyendo a los prelados del país.
Los detalles sobre el proceso estuvieron protegidos porque, hasta el martes, el prelado debía enfrentar un segundo juicio en abril por una supuesta agresión a dos niños de 9 o 10 años y de 11 o 12 a finales de la década de 1970, cuando todavía era un joven sacerdote, en una piscina pública de Ballarat, su localidad natal. El fiscal Fran Dalziel comunicó al tribunal el martes que los cargos de Ballarat habían sido retirados y pidió la suspensión del secreto sobre el otro caso.
La víctima que declaró en el juicio de Pell dijo que tras la condena al religioso se reveló que había padecido "vergüenza, soledad, depresión y problemas". En su declaración, el hombre dijo que había tardado años en comprender el impacto que ese asalto tuvo en su vida.
La abogada Lisa Flynn dijo que le padre de la segunda víctima, que murió por una sobredosis de heroína en 2014 a los 31 años, tiene previsto demandar a la Iglesia o al propio Pell una vez se resuelva la apelación.