El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió este martes en la primera reunión virtual de líderes mundiales que el planeta enfrenta una crisis de salud de importancia "histórica", la mayor calamidad económica y pérdida de empleos desde la Gran Depresión, amenazas a los derechos humanos y temores de una nueva Guerra Fría, ahora entre Estados Unidos y China.
En un discurso lúgubre sobre el estado del planeta durante la reunión anual de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el jefe de la organización dijo que el coronavirus que "puso al mundo de rodillas" no era más que "un ensayo general para el mundo de los desafíos por venir".
Hizo un llamado a la unidad, ante todo para combatir la pandemia, y criticó duramente al populismo y al nacionalismo, no solo por su incapacidad para contener el coronavirus, sino también porque a menudo empeoró las cosas.
Días después de que la pandemia obligara a gran parte del planeta a encerrarse en marzo, Guterres pidió un alto el fuego global para enfrentarla. Durante la sesión, solicitó un esfuerzo internacional de 100 días, encabezado por el Consejo de Seguridad, "para hacer de esto una realidad antes de fin de año".
Reiterando una advertencia que hizo a los líderes mundiales hace un año sobre el aumento de la rivalidad entre Estados Unidos y China, aseguró: "Nos estamos moviendo en una dirección muy peligrosa".
"Nuestro mundo no puede permitirse un futuro en el que las dos economías más grandes dividan el mundo en una Gran Fractura, cada una con sus propias reglas comerciales y financieras y capacidades de inteligencia artificial e internet", aseveró.
"Una división tecnológica y económica corre el riesgo de convertirse inevitablemente en una división geoestratégica y militar. Debemos evitar esto a toda costa", añadió.
El jefe de la ONU pronunció su discurso en el vasto Salón de la Asamblea General, donde solo se permitió la entrada a un diplomático con mascarilla de cada una de las 193 naciones miembros de la ONU, esparcidos en la cámara.