Desde que Donald Trump comenzó a anunciar su candidatura, México supo que éste no sería un camino fácil, pues en sus primeras declaraciones mostró su animadversión por el país.
Ahora, como presidente electo de Estados Unidos, ha hablado de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, deportar a 11 millones de indocumentados a México y ha dicho que construirá un muro que abarque toda la frontera entre nuestro país y Estados Unidos.
En retrospectiva, los conflictos entre Trump y México, comenzaron hace cerca de una década, con la organización del certamen Miss Universo en el país y la fallida construcción de un resort en Tijuana.
Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC), consideró que es posible que Trump haya quedado con algún resentimiento por algunos problemas que tuvo con empresarios mexicanos, añadió que México debe comenzar a actuar entorno a esta relación.
"México tiene que desarrollar una estrategia de cómo vamos a empatizar y cómo vamos a resolver nuestros asuntos internos, estos son temas que podrían protegernos más de lo que dependemos de Estados Unidos", destacó el presidente del CIDAC.
Eric Rojo, expresidente del partido republicano en México, consideró que como todo empresario Trump pudo haber tenido negocios buenos y malos en el país, sin embargo señaló que el presidente electo debe separar sus negocios de su futuro mandato.
"Trump va a tener que dejar sus problemas empresariales de lado y comenzar a ver por los intereses de Estados Unidos y no por los suyos, a pesar de esto las dificultades en sus empresas siempre van a perseguirlo", mencionó Rojo.
Conoce los dos problemas que pudieron dar origen a la animadversión de Trump contra México.
Hace casi una década, Donald Trump deseaba realizar el concurso Miss Universo en México y así lo hizo en 2007. Sin embargo, tres años después de realizado el evento surgió un problema con Grupo Promotor MU México, con quien hizo en conjunto el certamen de belleza.
Según abogados de Trump, con esta empresa se firmó un convenio por 6.5 millones de dólares y su dueño, Pedro Rodríguez, firmó un anticipo de 1 millón de dólares y se comprometió a crear un fideicomiso con 26 propiedades como garantía, correspondientes a Rodolfo Rosas Moya, empresario y dueño de Comercializadora Ronac.
Rosas ha mencionado en repetidas ocasiones que él no firmó ningún contrato con Trump y que la garantía, que comprendía terrenos en Playa del Carmen valuados en 6 millones de dólares, era sólo una forma de apoyo para Rodríguez, que no tuvo validez debido a que el evento se realizó de manera exitosa y normal, dejando una ganancia de alrededor de 8 millones de dólares para Trump.
Hasta el momento, en México no ha procedido la demanda que ha interpuesto Donald Trump en contra de Rosas, la cual le permitiría embargar esas propiedades, inconforme con esto, Trump metió una demanda en contra de Rosas en Estados Unidos, pero el Tribunal Arbitrario en Nueva York falló a favor de Rosas, pues encontró inconstitucional la reclamación debido a que Rosas no estaba obligado a nada en el contrato que firmó Trump y Grupo Promotor MU México.
El millonario en 2006 comenzó la promoción de lo que serían condominios en Punta Bandera en Tijuana, Baja California con vista al mar Pacífico. Estos departamentos estarían situados a 16 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Sin embargo el proyecto nunca pasó de un hoyo gigante cavado en la arena, lo que derivó en una serie de demandas por fraude en contra de Donald Trump.
Varias personas invirtieron en departamentos de este conjunto que tenían un valor aproximado de 300 mil y 3 millones de dólares, lo que equivaldría a 3 millones 270 mil pesos y 32 millones 700 mil pesos respectivamente en 2006 cuando el dólar rondaba entre los 10.90 pesos.
En menos de tres años, los compradores, a quienes se les solicitó un pago inicial de 30 por ciento del valor de la propiedad, preguntaron por el proyecto a la inmobiliaria Irongate, quien junto con la organización Trump construiría el conjunto.
La empresa respondió mediante una carta que debido a que un banco alemán no les había aprobado el préstamo la construcción sería cancelada, y que en las cláusulas del contrato se estipulaba que el constructor podía gastar el dinero de los depósitos.
Por este motivo se interpusieron varias demandas en contra de Donald Trump, quien según otra carta, también había abandonado el proyecto que llevaba su nombre.
El millonario aseguró posteriormente que él nunca había formado parte del proyecto y que sólo había dado autorización para que usaran su nombre en el complejo.
Tiempo después, Donald Trump, declaró en su cuenta oficial de Twitter que México tiene un sistema corrupto, aconsejó no hacer negocios en México y finalizó diciendo que se dejara de mandar criminales a sus fronteras, haciendo referencia a los mexicanos.
I have a lawsuit in Mexico’s corrupt court system that I won but so far can’t collect. Don’t do business with Mexico!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de febrero de 2015
The Mexican legal system is corrupt, as is much of Mexico. Pay me the money that is owed me now - and stop sending criminals over our border
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de febrero de 2015