BERLÍN.- La presión sobre los gobiernos para reducir el dolor económico causado por los confinamientos impuestos por el coronavirus aumentaba luego de protestas por parte de aquellos que temen por sus medios de subsistencia, y las autoridades respondieron con una amplia gama de fechas posibles, soluciones y algunos enfáticos "no todavía".
Los confinamientos, que comenzaron en China, en enero, y se propagaron a Europa, Estados Unidos y a otras partes del orbe, han paralizado la economía, así como las actividades sociales, culturales y religiosas, colocando al mundo en su crisis económica más grave desde la Gran Depresión, en 1930. Decenas de millones de trabajadores han perdido sus empleos, y millones más temen ser los siguientes.
El gobierno de Gran Bretaña afirmó que es demasiado pronto para proporcionar fechas exactas para la reducción del confinamiento.
El número de muertes en los hospitales británicos por el COVID-19 aumentó en 596, hasta 16 mil 60, lo que supone el menor incremento diario en casi dos semanas, dijo el domingo el Ministerio de Sanidad.
En Alemania, que ha logrado disminuir significativamente la tasa de casos nuevos, la mayoría de los pequeños comercios abrirá este lunes.
Después de seis semanas de estar encerrados en sus casas, las autoridades españolas dijeron que los niños tendrán permitido abandonar sus hogares a partir del 27 de abril. España impuso uno de los confinamientos más estrictos de Europa, ayudando a reducir el aumento diario de infecciones confirmadas de más de 20 por ciento a 2 por ciento, para un país cuyas 20 mil muertes a causa del virus sólo son superadas por Estados Unidos e Italia.
La cifra de decesos en Estados Unidos se acerca a los 40 mil y más de 735 mil casos confirmados.
El saldo diario de muertes por coronavirus en Nueva York registró su menor cifra en más de dos semanas, pero las autoridades advirtieron que todavía es muy temprano para levantar las restricciones.
La cifra de muertes en el estado de Nueva York fue menor a 550, por primera vez en más de dos semanas, y la cifra de hospitalizaciones también descendió.
Los gobernadores en los estados más afectados por el coronavirus en la Unión Americana se enfrentaron con el presidente Donald Trump, por sus afirmaciones de que deberían reabrir rápidamente sus economías, mientras se planean más protestas por la extensión de las órdenes de confinamiento.
El vicepresidente Mike Pence, quien también está encargado de la estrategia de la Casa Blanca contra el coronavirus, aseguró que los comentarios de Trump a los gobernadores para que abran la economía, sólo fueron para animarlos a buscar formas seguras para reactivar el sistema. Agencias