El presidente Vladimir Putin señaló que Rusia va a desarrollar su potencial defensivo, pero aseguró que no es un agresor, ni representa una amenaza para Occidente, por lo que descartó un conflicto con la OTAN.
"Me gustaría decir que no hay necesidad de tener miedo de Rusia", dijo Putin, quien se pronunció por un pacto con Europa y por una paridad militar con Estados Unidos, en una entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera publicada este sábado.
El líder ruso informó que su país desarrollará sistemas de defensa antimisiles para garantizar un equilibrio estratégico, "de hecho, hemos tenido un progreso significativo en esta dirección", agregó sin dar más detalles.
Señaló que los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tienen gastos de defensa que son 10 veces el presupuesto militar de Rusia, precisando además que el de Estados Unidos es de hecho el mayor en el mundo.
La alianza atlántica está reforzando su presencia militar en sus miembros del este de Europa, en respuesta a temores de una amenaza rusa, derivada de su intervención en el conflicto de Ucrania.
"El mundo ha cambiado tanto que la gente en su sano juicio no puede imaginar un conflicto militar de tan gran escala en la actualidad. Tenemos otras cosas que hacer, se lo aseguro", enfatizó y añadió que "sólo una persona enferma puede imaginar que Rusia ataque a la OTAN".
El presidente indicó que la anexión de Crimea a la Federación Rusa en 2014 provocó nerviosismo en Europa, incluso propició que países bálticos y nórdicos reportaran un incremento de la actividad militar rusa en el último año.
Sin embargo, aclaró que Moscú simplemente se prepara para defenderse de amenazas externas y que algunos países sólo "están aprovechando los temores de la gente con respecto a Rusia" para recibir "alguna ayuda militar suplementaria, económica, financiera o de otro tipo".
Respecto a la crisis en Ucrania, Putin se dijo comprometido con el acuerdo de paz negociado por Europa, en febrero pasado en Minsk, pero acusó a las autoridades de Kiev de no estar dispuestas a ponerlo en práctica.
"El problema es que los representantes de Kiev ni siquiera quieren sentarse a conversar con los rebeldes prorrusos del este ucraniano y no hay nada que nosotros podamos hacer al respecto", aseveró y sugirió que Occidente debería presionar a Kiev a un diálogo.
Recordó que los líderes de las repúblicas autoproclamadas han expresado públicamente que bajo ciertas condiciones, como la aplicación del acuerdo de Minsk, están dispuestos a considerar la posibilidad de permanecer como parte de Ucrania.
"Esta posición debería ser considerada como una condición preliminar seria para iniciar negociaciones serias", puntualizó.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se encuentran en su nivel más bajo desde el fin de la Guerra Fría, ya que Moscú es acusado de incitar a una rebelión separatista en el este de Ucrania, pero el gobierno ruso lo niega.
Putin dijo que Rusia no es responsable del deterioro de las relaciones con la Unión Europea (UE), ya que ésta aplicó sanciones contra Moscú por su apoyo a los rebeldes.
"No fuimos nosotros quienes introducimos restricciones, pero tuvimos que responder con medidas de protección", apuntó el mandatario ruso.
La crisis de Ucrania está en la agenda de las conversaciones de los líderes del Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados del mundo, que se desarrollarán a partir de este domingo en el castillo de Elmau, en el sur de Alemania.