¿Qué encendió la ira de Missouri?

Saqueos, enfrentamientos con la policía y marchas formaron parte de lo que ha vivido el estado de Missouri, Estados Unidos, durante una semana.

El origen de la tensión se remonta al pasado 9 de junio, cuando Michael Brown, un joven afroamericano, murió a manos de un oficial en la ciudad de Ferguson, en el condado de Saint Louis, Missouri.

El hecho sería tomado por la comunidad como un acto racial.

De acuerdo con los primeros reportes dados a conocer por la policía, Brown, de 18 años, fue baleado después de una disputa con un oficial.
Un día después Jon Belmar, jefe de la policía de Saint Louis, precisó que el altercado se produjo cuando una persona supuestamente empujó al agente para tratar de devolverlo al asiento de su patrulla y luego atacarlo.

Belmar dijo que hubo una lucha por el arma del agente y que se registró un disparo dentro del vehículo. El agente salió del auto y le disparó a "un individuo", el cual posteriormente sería identificado como Michael Brown.

Belmar precisó que Brown sufrió más de un par de disparos, pero "no muchos más que eso".

Agregó que el agente que hizo los disparos trabaja en el departamento desde hace seis años y que desconoce si ha tenido problemas durante ese tiempo.

Ferguson, una ciudad de 21 mil habitantes, principalmente afroamericanos, tiene un cuerpo policial en el que predominan los blancos.

El incidente despertaría la tensión entre los ciudadanos afroamericanos de Missouri, quienes la noche del domingo 10, tras una vigilia organizada por la muerte de Brown, cometerían actos vandálicos.

Miles de personas se congregaron en las calles ese día para una vigilia en honor al joven afroamericano y, horas después, cientos realizaron destrozos en el suburbio y saquearon varias tiendas.

Testigos reportaron haber visto gente rompiendo aparadores y robando alimentos y otros productos, en tanto, otros señalaron haber visto a una multitud destrozando una patrulla.

Pese a que la policía se encontraba en el lugar, poco pudo hacer para controlar a la multitud que se encontraba enardecida.

"Me rompe el corazón. La noche pasada fue la peor (...) de mi vida", dijo a periodistas el jefe de policía de la ciudad de Ferguson, Tom Jackson, un día después de los hechos violentos.

La familia de Brown pidió el fin de la violencia en las calles, según una declaración obtenida por la estación de televisión KTVI.

REACCIÓN EN REDES SOCIALES

El enfado por la muerte de Brown también llegó a las redes sociales. A través de un hashtag, #IfTheyGunnedMeDown (Si me mataran a tiros) varios usuarios de redes sociales expresaron su repudio ante los hechos en Ferguson y ante las imágenes de medios en las que Brown lucía como con un pandillero.

Las protestas en las calles continuaron los días siguientes, trayendo como consecuencia la respuesta de la policía, que movilizó un gran numero de elementos con equipos antidisturbios, gas lacrimógeno y balas de gomas para controlar a los manifestantes

Durante la semana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la fuerza policial debe respetar a los manifestantes, tras cuatro noches de protestas con una fuerte carga racial en las calles de Ferguson, en el estado de Missouri.

"Nunca hay excusa para la violencia contra la policía o quienes usan esta tragedia como cobertura para saqueos y vandalismo", dijo Obama en una declaración televisada.

"No hay tampoco excusa para que la policía use fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos o los lleve a la cárcel por ejercer legalmente sus derechos establecidos en la primera enmienda", añadió.

Por otra parte, como medida para calmar la tensión racial en el condado, el gobernador de Missouri anunció el jueves un cambio en la Policía de Caminos, encargando a un capitán afroamericano la seguridad en el suburbio de Ferguson.

El capitán Ron Johnson, quien creció en Ferguson, dijo a reporteros que usaría un nuevo enfoque, tras las quejas de que la policía local ha usado tácticas duras, con el arresto de una docena de manifestantes y el uso gases lacrimógenos para disolver a las multitudes.

Johnson reemplazó a los efectivos antidisturbios por otros oficiales que se mezclaron con la multitud.

En un giro de 180 grados, Johnson y un puñado de agentes negros sin protección caminaron entre los miles de manifestantes que llenaban las calles.

Ese mismo día, las protestas tuvieron un cambio significativo, al ser bulliciosas pero pacíficas.

"Sólo queremos poder venir aquí y manifestarnos sin temor a que nos disparen. Es así de simple", dijo Cat Daniels, un veterano de la guerra de Irak de 53 años. "Lo que ven esta noche es gente reuniéndose. Cuando ese chico fue asesinado el daño y el dolor era reales", agregó.

Las protestas han puesto la atención sobre las tensiones raciales en Saint Louis y sus alrededores, donde grupos de defensa de los derechos civiles se han quejado de que la policía pone una atención excesiva sobre los negros, arrestando a un número desproporcionado de ellos.

También denuncian que sus contrataciones tienen motivos raciales.

La muerte de Brown ha provocado también actos de solidaridad y minutos de silencio en otras ciudades de Estados Unidos.

POCA OPORTUNIDAD

En una página de opinión, Charles M. Brown escribió para The New York Times que la muerte del joven refleja una realidad que vive la comunidad afroamericana en Estados Unidos.

De acurdo con el columnista, son varios reportes los que indican que la criminalización de la gente afroamericana y de hispanos comienza desde la escuela.

Según el Departamento de Derechos Civiles para la Educación, "los estudiantes de color son suspendidos más a menudo que los estudiantes blancos, y los estudiantes negros y latinos significativamente son más propensos a que les sean asignados maestros con menos experiencia".

En tanto, la deserción de hombres afroamericanos es casi dos veces más altas que la de los hombres blancos, según M. Brown.

El artículo también señala que el Instituto Brookings reveló recientemente que la probabilidad de que un afroamericano entre los 30 años y sin un diploma de escuela secundaria sea encarcelado es de casi el 70 por ciento.

Hasta el momento las autoridades han señalado que continúan con la investigación para dar con la causa del asesinato de Michael Brown.

Con información de Reuters y AP