El Reino Unido parece encaminarse a una salida de la Unión Europea (UE) tras conocerse los resultados de cuatro sondeos realizados por tres empresas distintas, los cuales indican una ventaja del bando a favor del Brexit.
El lunes fue un día de intensa volatilidad en los mercados de divisas y la libra osciló entre bajas del 1 por ciento y alzas del 0.5 por ciento.
Después, por la noche, una serie de sondeos mostraba la ventaja del bando a favor de una salida del bloque europeo. Y como colofón el periódico Sun, el más vendido en el Reino Unido, apoyó el denominado Brexit en su portada.
"Fuera de la Unión Europea podemos hacernos más ricos, estamos más seguros y, por fin, libres para forjar nuestro propio destino… al igual que Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y muchas otras democracias", dijo el periódico. "Si nos quedamos, el Reino Unido quedará ahogado en muy pocos años por este estado federal implacable dominado por Alemania".
Hasta esta semana el foco de atención de la campaña a favor de la UE, con el primer ministro David Cameron al frente, ha sido el de advertir sobre las consecuencias económicas de un Brexit.
Ante los indicios de que no consigue hacer llegar su mensaje, Cameron ha recurrido al Partido Laborista de la oposición para que lo ayude.
El lunes su predecesor en el cargo, Gordon Brown, hizo un llamamiento apasionado a los votantes laboristas para que no dieran la espalda a la Unión Europea. Este martes, el líder actual del partido, Jeremy Corbyn, tendrá su turno.
"Hoy estoy haciendo un llamado a todo el movimiento laborista para que persuadan a los ciudadanos de quedarse en la Unión Europea para proteger el empleo y los derechos de los trabajadores", dirá Corbyn en un evento en Londres, según su gabinete. "Solo tenemos nueve días para salir y convencer a los laboristas de que voten a favor de quedarse".
Puede que Ed Balls, exportavoz del Tesoro del Partido Laborista, no haya ayudado a la causa tras criticar la forma en que la UE gestiona actualmente la inmigración, aunque ha pedido a los ciudadanos que voten a favor de permanecer en el bloque.
"Tenemos que presionar a Europa para que restablezca fronteras adecuadas y ponga nuevos controles a la migración económica", dijo Balls en el Daily Mirror.
"Pero si salimos de la UE ahora, no podremos hacer que estos cambios ocurran y nos encontraremos con lo peor de los dos mundos, permanecer en el mercado único y estar obligados a aceptar el libre movimiento de ciudadanos como Suiza o Noruega; o abandonar el mercado único y ver las consecuencias negativas en el empleo, las inversiones y los servicios públicos".
La reacción de los mercados a los sondeos podría favorecer al bando proeuropeo si apoya el mensaje del Gobierno de que una salida de la UE perjudicaría al país económicamente. El lunes la libra llegó a cotizar a su nivel más bajo frente al dólar en casi dos meses.
Los primeros sondeos de la noche fueron publicados por ICM, con encuestas tanto por teléfono como por internet que mostraban una ventaja de 5 puntos porcentuales del bando a favor de una salida.
Según un sondeo por teléfono a mil personas llevado a cabo entre el 10 y el 13 de junio, un 50 por ciento está a favor de marcharse frente al 45 por ciento que prefiere quedarse.
Y un sondeo por internet a dos mil un adultos durante las mismas fechas daba una ventaja del 49 por ciento a favor del Brexit frente al 44 por ciento que apoya a Europa. Sondeos telefónicos anteriores habían mostrado resultados mejores para el bando a favor de la permanencia.
Después se conoció el sondeo por internet de YouGov, que muestra un 46 por ciento a favor del Brexit y un 39 por ciento a favor de quedarse; y un sondeo de ORB que estima un 49 por ciento a favor de salir y un 48 por ciento que prefiere quedarse.
En un resquicio de esperanza para el bando proeuropeo, ORB le daba una ventaja de 49 por ciento a 44 por ciento del total de votantes al quedarse en el bloque.
Las empresas de sondeos fracasaron estrepitosamente el año pasado al no conseguir predecir el resultado de las elecciones generales. Una investigación que duró un año concluyó que los problemas a los que se enfrentan las firmas de sondeos son difíciles de solucionar. Pero incluso si las cifras absolutas se equivocan, la trayectoria de la intención de los votantes está clara.