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SAO PAULO.- El presidente brasileño Michel Temer autorizó este viernes a que los militares despejen carreteras bloqueadas por camioneros en huelga, en una movilización que ha paralizado sectores clave de la economía pese a un acuerdo entre la mayoría de los participantes para poner fin a las protestas.
El quinto día de protestas de los camioneros paralizó importantes sectores de Brasil y llevó a que la ciudad de São Paulo, el mayor centro empresarial de la región, declarara estado de emergencia debido a la escasez de suministros de combustibles.
Temer decidió autorizar al Ejército, junto a la policía federal de carreteras, a despejar las vías tras una reunión con ministros en la capital, Brasilia.
Negociadores de varios grupos de camioneros acordaron el jueves por la noche suspender sus bloqueos por 15 días después de que el Gobierno prometió que subsidiaría y estabilizaría los precios del diésel, lo que podría costar 5 mil millones de reales (mil 400 millones de dólares) este año.
Sin embargo Abcam, un grupo de camioneros que inició la huelga y que afirma representar a alrededor de 600 mil conductores, no figuró entre las partes que firmaron el acuerdo, lo que planteó serios cuestionamientos sobre cómo responderán a las concesiones del Gobierno.
El viernes por la tarde la huelga no mostraba señales de mitigarse y persistía su impacto en las vidas diarias de los brasileños y en varios sectores económicos clave en el importante productor de materias primas.
El grupo brasileño de procesamiento de carne ABPA dijo que 152 plantas de procesamiento avícola y porcino suspendieron su producción en forma indefinida. La falta de suministros de alimentos para animales podrían provocar la muerte de millones de aves y cerdos.
Las estaciones de servicio se quedaron sin combustible en todo el país, mientras que los consumidores llegaron a tiendas de abarrotes dominados por el pánico en varias áreas, vaciando los estantes. El transporte público y recolección de basura operaban en forma reducida o se detuvieron en todo el país.
Las acciones de la petrolera con presencia estatal Petrobras subían un 1.34 por ciento después de caer un 19 por ciento en la rueda previa, luego de que las noticias de subsidios gubernamentales suavizaron el golpe de lo que fue considerado una intromisión política en los precios del combustible de la compañía.
La producción de automóviles en Brasil, que contribuye con alrededor de un cuarto de la producción industrial, se detuvo este viernes, en el más reciente golpe a una frágil recuperación económica después de que el país sufrió su peor recesión en décadas.