Un bombardero B-17 de la Segunda Guerra Mundial que transportaba a 13 personas se estrelló este miércoles y se quemó en el aeropuerto de Hartford en un intento de despegue abortado, lo que dejó un saldo preliminar de cinco muertos, según un funcionario del estado de Connecticut.
El funcionario estatal que dio la cifra de muertos no estaba autorizado para hablar sobre la investigación y declaró bajo condición de anonimato.
Más tarde, el comisionado de seguridad pública del estado, James Rovella dijo que la cifra de víctimas se modificó a siete personas. Rovella destacó que los otros seis que estaban en el avión sufrieron heridas que van desde leves a críticas. Él aseguró que no había niños en el avión. Los nombres de las víctimas no han sido revelados.
El avión de cuatro motores impulsado por hélice tuvo problemas para despegar y se estrelló contra un cobertizo de mantenimiento en el Aeropuerto Internacional Bradley mientras los pilotos volvían en círculos para aterrizar, comentaron funcionarios y testigos.
Tenía 10 pasajeros y tres miembros de la tripulación, destacaron las autoridades.
El comisionado de Seguridad Pública de Connecticut, James Rovella, dijo horas después del accidente que algunos de los que estaban a bordo sufrieron quemaduras graves y que era demasiado pronto para decir cuántos murieron exactamente.
"Las víctimas son muy difíciles de identificar", dijo Rovella. "No queremos cometer un error".
Al menos seis personas fueron llevadas al hospital; su condición no fue revelada de inmediato.
El avión retirado, registrado civilmente, se asoció con la Fundación Collings, un grupo educativo que llevó su exhibición de aviones antiguos Wings of Freedom al aeropuerto esta semana, puntualizaron las autoridades.
"En este momento mi corazón está con las familias que están esperando", señalóel gobernador Ned Lamont. "Y les daremos la mejor información que podamos tan pronto como podamos de una manera honesta".
El avión estaba a unos minutos de haber despegado cuando los pilotos informaron un problema y mencionaron que no estaba ganando altitud, aseguraron las autoridades. Perdió el control al tocar tierra y golpeó el cobertizo.
Una persona en el terreno resultó herida, dieron a conocer los funcionarios. El aeropuerto, el segundo más importante de Nueva Inglaterra, fue cerrado después del accidente.
Los registros de vuelo de FlightAware muestran que el avión se estrelló unos cinco minutos después de despegar. Los datos muestran que había viajado aproximadamente 13 kilómetros y alcanzó una altitud de 244 metros.
Brian Hamer, de Norton, Massachusetts, declaró que estaba a menos de una milla de distancia cuando vio un B-17, "que normalmente no se ve", volar directamente por encima, aparentemente tratando de ganar altitud, pero no lo logró.