El proyecto de ley de alivio por COVID-19 de 1.9 billones de dólares propuesto por el presidente Joe Biden fue aprobado por el Senado este sábado, con 50 votos a favor y 49 en contra, luego de un maratón de votaciones sobre enmiendas que duró más de 25 horas que se completó después de una interrupción prolongada mientras los demócratas resolvieron una disputa dentro del partido sobre la ayuda por desempleo.
La Ley del Plan de Rescate Estadounidense, ahora regresa a la Cámara, y los demócratas apuntan a que se promulgue como ley la próxima semana. La promulgación le daría a Biden su primera victoria legislativa y prepararía el escenario para trabajar esta primavera en un proyecto de ley de recuperación masiva de infraestructura y fabricación que está entre sus proyectos.
Sin embargo, debido a los cambios realizados en el Senado para satisfacer a los demócratas moderados, no está claro si podrían ser necesarias más negociaciones con los progresistas para ganar la aprobación final en la Cámara de Representantes.
La campaña demócrata en el Senado se estancó durante casi 12 horas el viernes después de que el demócrata de Virginia Occidental, Joe Manchin, se opuso a un acuerdo para extender los beneficios de desempleo complementarios hasta octubre.
Mientras los republicanos intentaban atraer a Manchin para que votara por una propuesta del senador Rob Portman de Ohio que extendería los beneficios solo hasta el 18 de julio, los demócratas de Biden presionaron furiosamente a Manchin y reelaboraron su plan anterior.
Manchin finalmente firmó un acuerdo que proporcionaría 300 dólares por semana en beneficios adicionales hasta el 6 de septiembre y haría que los primeros 10 mil 200 dólares de beneficios del seguro de desempleo no estén sujetos a impuestos para hogares con ingresos de menos de 150 mil dólares.
Al final, todos los demócratas del Senado e independientes se alinearon a favor del proyecto de ley, una hazaña de unidad para el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, a pesar del tropiezo del seguro de desempleo.
Negoció compromisos clave que restringen la elegibilidad de los estadounidenses de mayores ingresos para recibir los pagos directos de mil 400 dólares del proyecto de ley, así como extender los beneficios de desempleo a un nivel más bajo que en la versión de la Cámara baja.
La legislación duplica el tamaño del estímulo de la era de Obama y superó muchas estimaciones anteriores de Wall Street sobre el tamaño del paquete que podrían aprobar los demócratas con el mínimo margen de control.
El proyecto de ley promulgaría la mayor expansión de la atención médica desde la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, un plan temporal para reducir la tasa de pobreza infantil y enviar cheques pronto a la mayoría de los estadounidenses. Además, los gobiernos estatales y locales y las escuelas recibirían una inyección de ayuda que los demócratas esperan que impulse una rápida recuperación económica mucho antes de que se enfrenten a los votantes en 2022.
Los acuerdos sobre pagos de estímulo y ayuda por desempleo, así como la adición de una docena de cambios menores, aseguraron que demócratas moderados como Manchin y Kyrsten Sinema de Arizona estuvieran a bordo junto con progresistas como el presidente de Finanzas del Senado, Ron Wyden. Eso también puede ayudar en la Cámara baja, donde los progresistas ya estaban enojados por la pérdida de una disposición para aumentar el salario mínimo debido a las arcanas reglas presupuestarias del Senado.
"Ha llegado un nuevo día y le decimos al pueblo estadounidense que la ayuda está en camino", afirmó Schumer en el Senado antes de la votación final. "Este proyecto de ley brindará más ayuda a más personas que cualquier cosa que el gobierno federal haya hecho en décadas".
Los republicanos se unieron en oposición al proyecto de ley. Argumentaron que gran parte de la medida es innecesaria dada la mejora de los indicadores económicos, como el informe de empleos más fuerte de lo esperado del viernes, y que es un peligro para la salud a largo plazo de la economía debido al creciente déficit presupuestario de Estados Unidos. La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que el déficit alcanzaría los 2.3 billones este año antes de que la aprobación del nuevo proyecto de ley agregue 1.2 billones más a ese total en el año fiscal 2021.