Los republicanos que controlan el Senado presentaron un presupuesto de 1.4 billones de dólares este martes, un proyecto apoyado en general por los dos partidos, pero que enfrenta un futuro incierto en medio de la conmoción postelectoral en Washington.
La medida elaborada por los republicanos incluye fondos para el muro que quiere erigir el presidente Donald Trump en la frontera con México y otras cláusulas a las que se oponen los demócratas, pero los líderes de los dos partidos quieren impulsar la aprobación de presupuestos de gastos, que junto con los fondos para el COVID-19 y el proyecto anual de defensa representan la mayor parte de los asuntos pendientes ante el Congreso para lo que resta de 2020.
Pero la aprobación depende de la firma de Trump, cuya imprevisibilidad y relaciones tóxicas con los demócratas amenazan con condenar el esfuerzo al fracaso.
La historia reciente de los períodos de transición del poder incluye gran cantidad de proyectos de gastos que quedan aplazados para el año siguiente mientras los gastos existentes continúan en piloto automático.
Lo que está en juego es aproximadamente un tercio del presupuesto federal elaborado anualmente por el Congreso bajo un proceso bipartidista consagrado. El monto total del gasto ha sido sancionado por ley bajo un acuerdo bipartidista en 2019, de manera que cualquier aplazamiento hasta el año próximo probablemente no significarán más fondos para el gobierno de Joe Biden. El presupuesto actual vence el 12 de diciembre.
Las 12 medidas dadas a conocer por el presidente de la Comisión de Asignaciones del Senado, Richard Shelby, están estancadas desde hace meses entre disputas por los fondos para el nuevo coronavirus y futuras batallas en torno a problemas de reforma policial.
No obstante, tienen el apoyo del miembro demócrata de mayor jerarquía del panel, Patrick Leahy; los jefes de ambos bloques, el republicano Mitch McConnell y el demócrata Chuck Schumer, de al menos seguir adelante con el proyecto. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, también ansía resolver los asuntos pendientes.
"Estos proyectos son en términos generales producto de la cooperación bipartidista entre los miembros del comité", explicó Shelby en un comunicado. "Una y otra vez hemos demostrado nuestra disposición para trabajar juntos y terminar el trabajo. Tenemos la oportunidad de trabajar para el pueblo estadounidense una vez más".
Pero Leahy se cuidó de dar un apoyo franco a la medida, que criticó por ignorar los fondos para el COVID-19, reducir los montos de la red de seguridad social y el ambiente y derrochar dinero en camas para centros de detención de inmigrantes ilegales que no se usan.