MINSK.- Decenas de miles de personas marcharon cerca de la residencia presidencial en la capital de Bielorrusia para exigir la renuncia del presidente Alexander Lukashenko al iniciar la quinta semana de movilizaciones contra el mandatario.
También hubo protestas en otras ciudades grandes del país, dijo la vocera del Ministerio del Interior, Olga Chemodanova. El director de la organización de derechos humanos Viasna, Ales Bialiatski, dijo que más de 100 mil personas participaron en la manifestación en la capital del país y 120 fueron arrestadas, por las fuerzas del orden.
Al son de tambores, con banderas rojas y blancas de la oposición, los manifestantes partieron en marchas desde los distintos barrios de Minsk, para reunirse y formar dos impresionantes desfiles en avenidas que convergen en el centro de la capital. La masa coreaba consignas como "¡Tribunal!" o "¿Cuánto te pagan?", dirigidas a la policía.
Igual que la semana pasada, hubo un gran despliegue de las fuerzas de seguridad, incluso con vehículos blindados del ejército alrededor de edificios estratégicos. Las estaciones del metro estaban bloqueadas con barreras y alambre de púas.
La policía indicó que militares bloquearon el centro de Minsk, pero los manifestantes marcharon alrededor del Palacio de la Independencia, la residencia presidencial a 3 kilómetros del centro de la capital. La zona del palacio fue resguardada por policías antimotines y cañones de agua.
Las protestas, cuyo tamaño y duración no tienen precedentes en Bielorrusia, comenzaron tras las elecciones del 9 de agosto donde Lukashenko ganó un sexto mandato con 80 por ciento de apoyo. Los manifestantes afirman que los resultados fueron alterados. El mandatario gobierna el país con mano dura desde 1994 y regularmente reprime a los disidentes y coarta la libertad de prensa.
La policía tomó medidas violentas contra los manifestantes en los primeros días de protestas, arrestando a 7 mil personas y golpeando a centenares. Aunque en menor medida, continúan las detenciones, Viasna reportó que varias personas fueron arrestadas en Minsk y en Grodno.
Moscú intensificó su apoyo con la visita a Minsk el jueves de su primer ministro Mijaíl Mishustin, en el primer viaje de este nivel desde el inicio de la crisis, con el encuentro entre los titulares de la diplomacia de ambos países.
Durante su reunión con Mishustin, Lukashenko señaló que sus servicios habían interceptado una comunicación entre Alemania y Polonia que demostraba que el envenenamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalny, hospitalizado en Berlín, era una "falsificación" occidental para disuadir a Moscú de intervenir en Bielorrusia.
Protesta. Al menos 100 mil personas marcharon ayer en la capital bielorrusa.