Entre los grupos supremacistas hay una nueva tendencia: hacer pruebas genéticas para probar su blancura. Craig Cobb, líder de uno de estos grupos radicales, escuchó en vivo durante una transmisión televisiva sus pruebas de ADN: "86 por ciento europea y... 14 por ciento de África subsahariana".
Fue un extraño momento de triunfo contra el racismo. Cobb respondió tratando de sonreír: "Espera un minuto, espera un minuto, espere un momento", de acuerdo con un reporte del periodista Eric Boodman de Stat.
Dos sociólogos, Aaron Panofsky y Joan Donovan, trabajaron durante años en el sitio web de la supremacía blanca Stormfront en busca de relatos de personas que tomaban pruebas genéticas de ascendencia para probar su blancura.
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Craig Cobb, supremacista cuyo ADN no resultó 'puro'. AP
Los investigadores rastrearon a 153 usuarios que se habían realizado la prueba cuando discutieron sus resultados en tres mil publicaciones en el sitio. Alrededor de dos tercios de ellos estaban decepcionados, ya que encontraron que tenían algo más que la ascendencia europea blanca en su genoma.
A pesar de que las pruebas de ADN reflejaban que no tenía una 'pureza total', los racistas se apresuraron a encontrar formas de desacreditar los estudios y se toparon con una controversia válida entre los científicos.
Las compañías que realizan las pruebas, como 23andMe y Ancestry.com, se esfuerzan por poner números a las variantes genéticas que detectan. Por lo que podría recibir, como lo hizo Cobb, una prueba que afirma que sus genes son 86 por ciento europeos y 14 por ciento africanos subsaharianos.
Las compañías de pruebas trabajan arduamente para validar estos números, pero son increíblemente difíciles de determinar. La gente se mueve mucho, y nuestras ideas sobre lo que constituye un grupo genético por geografía son, por lo tanto, bastante borrosas. Eso puede dar a los racistas algo de espacio para cuestionar los resultados que no les gustan. También significa que cualquier intento de probar la "pureza" racial va de simplemente grotesco a, genéticamente hablando, completamente absurdo, concluye el reporte.