CIUDAD DE MÉXICO.- Tuvieron que pasar 13 años para que un presidente de la República de Cuba regresara a México. Hoy Raúl Castro llega al país, por primera vez desde que asumió el poder de la isla en 2006, y más de una década después de que su hermano, el ex presidente Fidel Castro, abandonara molesto la ciudad de Monterrey por el famoso condicionamiento de Vicente Fox que se resumió con la frase: "comes y te vas".
El mandatario fue invitado esta vez por el presidente de México, Enrique Peña Nieto para reforzar la relación económica y política. México y Cuba tienen relaciones diplomáticas desde 1902, pero se fortalecen en 1959, cuando nuestro país es el único que no rompe relaciones con la isla.
La relación entre ambos países estuvo basada en el principio de no intervención en asuntos internos. Ni México criticó en el siglo pasado las violaciones a derechos humanos y la falta de democracia del gobierno cubano, ni Cuba apoyó a los movimientos guerrilleros, cuando lo hizo en otros países del continente americano. Incluso, el 20 de mayo de 1998, Fidel dijo en referencia al subcomandante Marcos del EZLN: "Yo no recomendaría la lucha armada en la época actual".
Los presidentes mexicanos hicieron malabares para no quedar mal con Cuba a pesar de las presiones de Estados Unidos, como cuando en 1981 el presidente Ronald Reagan condicionó su participación en la reunión Norte Sur de Jefes de Estado a la ausencia de Fidel Castro.
Con maestría diplomática el entonces presidente mexicano José López Portillo se reunió con Fidel en altamar y resolvió las fricciones que provocó su ausencia en la cumbre realizada en México. Pero Ernesto Zedillo rompió con esta tradición y por primera vez pidió a Fidel avances democráticos, la respuesta fue que México está invadido por la cultura norteamericana al grado de que los niños mexicanos saben más de Mickey Mouse que de los héroes de su patria.
La relación comenzó a quebrarse pero tuvo su punto más álgido en el sexenio de Vicente Fox, quien mostró su impericia diplomática al invitar a Fidel a la Cumbre de Monterrey, pero pedirle que acortara su estancia en el país para no incomodar al presidente estadounidense George W. Bush. El famoso "comes y te vas".
El presidente Peña Nieto visitó Cuba en 2014, ahora es el turno de Raúl Castro en Mérida. La presión de Estados Unidos que convirtió la relación Cuba- México en estratégica ha cambiado y comienza una nueva historia.