CIUDAD DE MÉXICO.- Los ataques a los inmigrantes y el plan para construir un muro en la frontera lanzados por Donald Trump, precandidato republicano a la Casa Blanca en los comicios de 2016 en Estados Unidos, reflejan "prejuicios, racismo o simple ignorancia", reiteró la Secretaría de Relaciones Exteriores, al manifestar que "cualquiera que entienda la profundidad de la relación bilateral sabe que esas propuestas no sólo son prejuiciosas y absurdas, sino que irían en detrimento del bienestar de ambas sociedades".
El extremismo del magnate inmobiliario, líder en las encuestas, siguió permeando ayer la campaña electoral, luego de que Scott Walker y Bobby Jindal, gobernadores de Wisconsin y Louisiana, afirmaron que apoyan su iniciativa para negar la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en EU, pese a que así lo establece la Constitución.
La SRE difundió una tarjeta informativa en la que destaca que más de 33 millones de personas de origen mexicano en la Unión Americana aportan ocho por ciento de su Producto Interno Bruto, al tiempo que existen más de dos millones de emprendedores hispanos y el comercio bilateral asciende a 530 mil millones de dólares anuales.
Enfatizó que en 2012 la tasa de migración neta entre los dos países llegó a cero, lo que significa que el número de inmigrantes que llegaron a EU fue prácticamente el mismo de aquéllos que regresaron a México.
Además, 37 por ciento de los inmigrantes están naturalizados y 31 por ciento son residentes permanentes, por lo que hay 3.5 millones de mexicanos que son elegibles para obtener la ciudadanía.
En declaraciones a The Washington Post, un vocero de la SRE añadió que en el gobierno federal "ni siquiera hemos considerado seriamente" la posibilidad de una victoria de Trump en las elecciones primarias que lo convierta en el abanderado republicano para la justa de noviembre del año próximo.
En el campo del "Gran Viejo Partido" (GOP), en tanto, Marco Rubio, senador de Florida que en 2013 copatrocinó con los demócratas un proyecto de reforma migratoria que fracasó en la Cámara de Representantes, dijo que no respalda negar la ciudadanía por nacimiento y aseguró que el plan no sería aprobado por el Congreso.
No obstante, agregó que está abierto a modificar la 14 enmienda constitucional y puntualizó que su experiencia le señala que los estadounidenses no quieren una reforma "hasta que sepan que esto (el flujo de indocumentados) no va a seguir. No quieren ver a doce millones de personas reemplazadas por doce millones más en diez años".
Jeb Bush, exgobernador de Florida, coincidió al aseverar que "hay una forma de usar el liderazgo para resolver los abusos por la gente que viene al país y tiene hijos que pueden ser ciudadanos. Es un problema legítimo, pero rechazo sugerir que la gente nacida en este país no es ciudadana de EU".
Trump mantiene amplia ventaja sobre sus competidores, de acuerdo con una encuesta difundida por CNN/ORC. Detalló que el polémico empresario neoyorquino es apoyado por 24 por ciento de los republicanos empadronados, seguido por Bush con 13 por ciento.
A continuación aparecen el neurocirujano retirado Ben Carson (nueve por ciento), así como Rubio y Walker, con ocho. Más rezagados se encuentran los senadores Rand Paul y Ted Cruz, con seis por ciento de las preferencias; la empresaria Carly Fiorina y el gobernador de Ohio, John Kasich, tienen cinco por ciento y superan por un punto a Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas.
La encuesta fue dada a conocer luego de que sondeos en Iowa y Nueva Hampshire, entidades donde comenzarán las asambleas partidistas y elecciones primarias en 2016, establecieron que Trump es favorito, pese a insultar a la conductora Megyn Kelly de Fox News tras el debate del seis de agosto.
Trump, quien el fin de semana presentó su programa sobre migración, que pretende expulsar a once millones de indocumentados y financiar la construcción de un muro en la frontera con México aumentando las tarifas de las visas y bloqueando las remesas, es el aspirante del GOP más confiable en los principales temas, como la economía y la inmigración. Incrementó seis puntos su ventaja desde julio y disfruta de la opinión favorable de 58 por ciento de los electores del partido y de los electores que se inclinan por el GOP.