WASHINGTON.- El presidente Donald Trump afirmó este viernes que considera "seriamente" la posibilidad de colocar a migrantes ilegales solo en las ciudades santuario de Estados Unidos, en respuesta a la negativa de los demócratas para cambiar las leyes migratorias.
A través de su cuenta de Twitter, aseguró que "la izquierda radical siempre tiene una política de fronteras abiertas, ¡así que esto debería hacerlos muy felices!"
Las llamadas ciudades santuario son jurisdicciones donde las autoridades locales no colaboran activamente con los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas inglés) para capturar a quienes viven ilegalmente en el país.
Algunos lugares como la ciudad de Nueva York y California tienen leyes que vedan esta colaboración.
Más temprano, AP informó que la Casa Blanca consideró presionar a las autoridades de inmigración para que dejasen en libertad a migrantes detenidos y los enviasen a ciudades santuario como forma de atacar a la oposición política, de acuerdo con tres personas familiarizadas con la idea.
Las fuentes dijeron que el presidente Trump consideró la propuesta en medio de sus batallas con los demócratas sobre la asignación de fondos para su muro fronterizo.
The Washington Post publicó que uno de los blancos de la propuesta fue el distrito de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, en San Francisco.
"El nivel de cinismo y crueldad de este gobierno no tiene límites", declaró la portavoz de Pelosi, Ashley Etienne. "Usar seres humanos - incluyendo niños - como peones de su retorcido juego para perpetuar el temor y demonizar a inmigrantes es vil, y en algunos casos, criminal".
Un portavoz del Departamento de Seguridad nacional aclaró que la sugerencia "fue formulada y rechazada, lo cual puso punto final a las discusiones".
Igualmente, un funcionario de la Casa Blanca reafirmó esa declaración. Dicha persona, que habló bajo condición de anonimato para hablar sobre discusiones internas, dijo que cuando funcionarios del Gobierno lo sugirieron al Departamento de Seguridad Nacional y otros organismos, rechazaron la idea claramente.
Se trató de solo una de muchas ideas formuladas por la Casa Blanca a la vez que Trump mostraba preocupación por el aumento de familias migrantes centroamericanas que llegan a la frontera con México. Los funcionarios han llegado al límite de lo que pueden hacer, y muchas veces reciclan ideas que nunca se llegan a concretar.
Trump y sus asistentes también hablaron sobre restablecer las separaciones de familias, pero el mandatario después dio marcha atrás. Otra opción era dar a las familias que solicitan asilo la opción de quedarse detenida junta mientras se procesa su caso o permitir que sus hijos vayan a un refugio administrado por el gobierno.
El subdirector del ICE, Matt Albence, negó que la Casa Blanca presionó a funcionarios de inmigración para implementar la idea.
"Como jefe interino, no fui presionado por nadie de la Casa Blanca sobre este asunto", dijo en un comunicado. "Me pidieron mi opinión y la di y aceptaron mi sugerencia".