El presidente Donald Trump propuso un presupuesto federal de 4.4 billones de dólares para el año fiscal 2019, un plan que recortaría beneficios a diversos programas para aumentar el gasto militar y de inmigración.
Trump volvió a pedirles a los legisladores reducciones drásticas en programas ambientales, de investigación y diplomáticos: un recorte del 27 por ciento para el Departamento de Estado, de 34 por ciento a la Agencia de Protección Ambiental, así como una revisión de costos al Medicare y otros programas de seguridad social.
Ese dinero se desviaría parcialmente hacia la construcción de un muro en la frontera con México y a aumentar los gastos de defensa.
La propuesta para el año fiscal 2019 incluye 200 mil millones de dólares para el gasto en infraestructura y más de 23 mil millones de dólares en seguridad en la frontera y refuerzos migratorios. También considera 716 mil millones de dólares para gastos de programas militares y mantenimiento del arsenal nuclear.
El plan, que generalmente es considerado como una lista de sugerencias por parte del Congreso, probablemente será criticado por los conservadores, preocupados de que los republicanos estén adoptando un gasto deficitario.
En una apuesta para mostrar a los conservadores que el Gobierno está adoptando cierta disciplina fiscal, el plan recomienda recortes en gastos no militares que podrían rebajar el déficit presupuestario federal en 3 billones la próxima década.
Los presupuestos presidenciales a menudo son ignorados por el Congreso, que tiene la autoridad constitucional para decidir los niveles de gasto.
La solicitud de presupuestos va al Congreso tan solo días después de que Trump firmase un acuerdo bipartidista de gasto forjado por legisladores que aumentará el gasto doméstico en 300 mil millones de dólares en dos años -incluyendo 165 mil millones de dólares en gasto para defensa y 131 mil millones de dólares en gasto doméstico de carácter no militar.
El presupuesto también buscará unos 13 mil millones de dólares en nuevos fondos durante los próximos dos años para combatir la epidemia de los tratamientos con opioides.
El plan del Gobierno incluirá una serie de pronósticos económicos para Estados Unidos que se espera estén basados en la expectativa de un crecimiento acelerado del PIB en el futuro cercano, lo que es clave para ayudar a cubrir el costo de 1.5 billones de dólares de la reforma tributaria aprobada por el Congreso en diciembre.