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El Gobierno chileno informó este martes que 15 personas murieron, la mayoría en saqueos e incendios, al cumplirse el quinto día de un estallido social que mantiene a más de la mitad de las 16 regiones bajo estado de emergencia y muchas con toque de queda.
El presidente Sebastián Piñera se reunía con los líderes de los partidos oficialistas y de la oposición para explorar la posibilidad de avanzar en un acuerdo social que ayude a enfrentar la crisis.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, informó que en la última jornada en la capital chilena se registraron 255 hechos graves de violencia, 95 menos que el día anterior, y que los actos vandálicos pasaron de concentrarse en supermercados y comercios a bienes de la infraestructura pública, como municipalidades y comisarías.
Afirmó que el país está frente a "una acción concertada" de grupos violentos que pretenden desestabilizar al gobierno y que los 20 mil militares y policías que patrullan las calles de la ciudad "no están sobrepasados".
En tanto, los chilenos hacen largas filas para comprar alimentos, millones de estudiantes continúan sin clases, hay problemas para obtener dinero en efectivo y no funciona el vital servicio del subterráneo que solo en Santiago moviliza a más de 2.4 millones de personas al día.
El Gobierno dio marcha atrás con el alza de un 4 por ciento en las tarifas del subterráneo, el detonante del estallido social que azota al país desde el viernes. Pero los ataques vandálicos destruyeron el 85 por ciento de sus estaciones y ahora sólo funciona una de sus seis líneas.