Venecia sufrió su segunda marea excepcionalmente alta en una semana, con aguas que se elevaron este viernes por la mañana 154 centímetros por encima de su punto de referencia, informó la agencia de noticias Ansa.
La histórica ciudad todavía se está recuperando de la marea de 187 centímetros que registró el miércoles, la más alta en medio siglo. El jueves por la noche, el primer ministro Giuseppe Conte declaró un estado de emergencia para la ciudad, liberando 20 millones de euros (22 millones de dólares) para reparaciones urgentes.
Anticipándose a la marea de este viernes, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, cerró la Plaza de San Marcos después de que se inundara la basílica del siglo XI. Los servicios de las embarcaciones de transporte público de la ciudad, conocidas como vaporetti, fueron suspendidas debido al aumento del nivel del agua, mientras que las escuelas del área se cerraron.
Si bien la frecuencia de las inundaciones, denominadas "acqua alta", ha aumentado de manera sostenida en los últimos años, los casos en que el agua ha superado el nivel de referencia de 150 centímetros son inusuales y, por lo general, ocurren aproximadamente una vez en una década.
"Venecia es víctima del cambio climático y la corrupción", dijo el jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, en Washington, según Ansa. "No sé cuál es peor, pero Venecia sufre de ambos".
El líder del Movimiento Cinco Estrellas hacía referencia a las compuertas móviles que se están construyendo actualmente para proteger la laguna de Venecia de las mareas excepcionales.
El proyecto, denominado MOSE, superó el presupuesto, para llegar a 5.500 millones de euros (6 mil 100 millones de dólares) y continúa aumentando, pero no estará listo hasta al menos 2022. El proyecto es el objetivo de varias investigaciones de corrupción por parte del Poder Judicial y ha estado plagado de fallas técnicas.
Un informe de 2017 de la Agencia Nacional Italiana de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible advirtió que Venecia estará sumergida en agua dentro de un siglo si el cambio climático no se desacelera y no se introducen medidas adecuadas. El miércoles, las inundaciones alcanzaron su nivel más alto desde 1966.