Roraima es la principal puerta de entrada a Brasil para los venezolanos que huyen de la actual crisis económica, política y social en el país. La afluencia de migrantes y solicitantes de asilo que llegan a territorio brasileño ha aumentado mucho desde 2017. Hoy en día, alrededor de 600 venezolanos entran diariamente al país, cruzando la frontera y llegando a la ciudad de Pacaraima.
Según cifras oficiales, alrededor de 40 mil migrantes y solicitantes de asilo viven ahora en la capital de Boa Vista, si bien estimaciones informales apuntan a que 100 mil venezolanos viven en Roraima, lo que representa alrededor de una quinta parte de los casi 500 mil habitantes del estado.
La entidad tiene la economía menos desarrollada del país y se ocupa de un sistema de salud ya precario, debido a la escasez de personal médico y suministros médicos. Por ello, la infraestructura del estado está luchando para hacer frente a la gran afluencia migratoria de venezolanos.
Roraima ha establecido 13 refugios oficiales que operan a su máxima capacidad. Los refugios albergan a unas 6 mil personas y la mitad de ellos son niños, ya que la mayoría de los venezolanos que vinieron a Brasil trajeron a sus familias.
Pero un número mucho mayor de personas vive afuera de los refugios, en edificios precarios o abandonados, o simplemente en las calles. En Boa Vista, la capital de Roraima, alrededor de 23 mil venezolanos viven actualmente en edificios muy precarios y más de 3 mil se quedan en la calle.
Las dificultades que enfrentan los migrantes y solicitantes de asilo que no están alojados en refugios tienen un impacto directo en su salud.
"Tratamos afecciones relacionadas con la falta de higiene y saneamiento, como la diarrea. También hay muchas personas con síntomas de gripe, casos de neumonía, sinusitis y otitis. Los parásitos intestinales y la sarna también son comunes", explicó Mariana Valente, médica de Médicos Sin Fronteras, quien trabaja en un centro de salud gestionado por el municipio de Boa Vista, ubicado en el distrito 13 de Setembro, un área donde viven muchos migrantes y solicitantes de asilo venezolanos.
Las personas que viven en la calle generalmente encuentran refugio en un área ubicada detrás de la estación de autobuses de Boa Vista. Todos los días, cuando se pone el sol, más de mil migrantes y solicitantes de asilo establecen una pequeña 'ciudad de tiendas de campaña', en un área abierta con techo.
En el lugar, pocas personas poseen tiendas de campaña, pero el Ejército se las presta. Generalmente son pequeñas, y solo se pueden compartir entre dos o tres personas. No se proporcionan colchonetas y las personas que no tienen una se acuestan directamente en el suelo.
Esta nota es de MSF y se publica bajo una alianza editorial con El Financiero para difundir el trabajo de la institución.
Médicos Sin Fronteras fue fundada en Francia en 1971 por un grupo de médicos y periodistas. Ganaron el Premio Nobel de la Paz en 1999 por su labor humanitaria en varios continentes. MSF tiene operaciones en más de 70 países, entre ellos México, donde la oficina se estableció en 2008.
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