CARACAS. Hace una semana, entre el 15 y el 24 de mayo, el mercado cambiario de Venezuela entró en plena ebullición o una "montaña rusa", como algunos le llamaron aquí. Para adquirir un dólar en el mercado paralelo, los interesados debían disponer de 310 bolívares. Apenas siete días después el monto se disparó, para ubicarse en 422 por uno.
La fluctuación del valor del bolívar con respecto al dólar registró en ese período el incremento más alto y más abrupto desde que el fallecido presidente Hugo Chávez aplicó el control cambiario en 2003. La causa de la distorsión está clara para buena parte de los economistas: la falta de dólares en el mercado oficial, con tipos de cambio que varían de acuerdo con el uso que se dará a las divisas, lo que obliga a los consumidores a buscarlos en el mercado paralelo.
Orlando Ochoa, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, señala que el problema principal es una combinación de errores en las políticas desarrolladas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
"Hay un problema macroeconómico de fondo: el gobierno y la petrolera PDVSA vienen generando déficit desde 2010. La empresa estatal vende sus ingresos a la tasa oficial de 6.30 bolívares por dólar".
El déficit se acentuó con la caída del ingreso por las exportaciones, por lo que las reservas del país son bajas", explicó. Con respecto al incremento del valor del dólar paralelo, Ochoa advierte que seguramente se verán episodios similares en lo que resta de 2015. La razón es la inoperatividad del modelo de cambios (Sistema Marginal de Divisas, Simadi), que asigna pero no liquida los dólares desde marzo, puntualizó.
Hasta el miércoles, el dólar paralelo había retrocedido a 343 bolívares por uno. Sin embargo, los especialistas desestiman el decrecimiento, debido a las distorsiones macroeconómicas. "Creo que puede haber otros episodios como el registrado la semana pasada, sobre todo porque el gobierno genera nerviosismo hablando de guerra económica, lo que hace que cada vez menos venezolanos quieran tener bolívares. La alta liquidez lleva a la depreciación y el gobierno colabora con el nerviosismo. Los anuncios de la venta de vehículos en dólares confundieron al mercado y lo llevaron a buscar dólares porque se empezó a manejar el tema de la dolarización", detalló Ochoa.
Maduro aseguró que su gobierno no adoptará el dolar, pese a que se aprobaron las transacciones con la divisa norteamericana para la compra de vehículos.
"En Venezuela no ha habido ni habrá dolarización. Nuestra moneda es orgullosamente y será siempre el bolívar y seguiremos invirtiendo cada dólar que hemos parido este año en vivienda, educación, salud, en alimento", dijo. Ochoa cree que se trata de anuncios propagandísticos que calman temporalmente el mercado, pero no detienen la devaluación. "Hay intervenciones desde el gobierno, pero no son suficientes", apuntó.
Las divisas que serán usadas para la compra de medicinas y alimentos cuestan 6.3 bolívares por dólar, es decir, 60 veces menos que lo disponible en el mercado ilegal. El resto de las operaciones deberían concretarse a la tasa de doce bolívares, fijada por el Sistema Cambiario Alternativo de Divisas para transacciones que involucran a industrias básicas y desarrollo; otras, las llamadas no prioritarias, a la tasa fijada por la subasta en el Simadi, que estableció el costo en 200 bolívares por dólar. Se conoció que el gobierno sostendrá una reunión con representantes de la banca pública y privada, con el objeto de evaluar la aplicación de otros sistemas alternativos a los existentes, que apenas fueron reajustados en febrero.
Bank of America Merril Lynch se sumó al concierto de voces que señala a la sequía de dólares oficiales como causa del incremento del mercado informal. "Si no hay ajuste y se mantienen los tipos de 6.30 bolívares y doce por dólar podríamos ver al paralelo en casi 600 bolívares a finales de año", advirtió su titular aquí, Francisco Rodríguez.