El primer cambio en el Gobierno de Bolivia en más de 13 años abre la puerta a un gobierno reformista que eventualmente podría impulsar el crecimiento económico. Para los inversores de bonos, sin embargo, es demasiado pronto para apostar por un renacimiento.
Esa es la conclusión de los analistas de BNP Asset Management y Aberdeen Asset Management, que esperan más inestabilidad después de una elección en disputa el mes pasado que desencadenó en semanas de violencia y en la renuncia del presidente Evo Morales.
Sin un liderazgo claro o una fecha para las nuevas elecciones, es probable que los bonos en dólares de Bolivia sigan cayendo, dijeron los analistas, aunque no se atreven a predecir exactamente cuánto. Este lunes, México concedió asilo político al expresidente de Bolivia.
"Si prevalece la incertidumbre, podremos ver menos ventas porque lo positivo que llevó Morales a su país fue la estabilidad, y cualquier incertidumbre puede ser potencialmente preocupante", dijo Emilia Matei, analista de mercados emergentes en Aberdeen en Londres.
El primer obstáculo ha pasado, pero queda por ver si el cambio será para mejor para los bonos denominados en dólares de Bolivia, de mil millones de dólares con vencimiento en 2028, que cayeron 5 centavos desde las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
Dichos bonos alcanzaron alrededor de 92 centavos sobre el dólar la semana pasada, rindiendo 5.715 por ciento, en línea con Costa de Marfil, que comparte la calificación soberana Ba3 de Bolivia de Moody's.
Mientras el gobierno de Morales buscaba apuntalar la economía con el gasto público, también provocó un repunte de la deuda pública de la nación y erosionó las reservas internacionales. La deuda pública aumentó del 38 al 53 por ciento del PIB entre 2014 y 2019 mientras que las reservas se redujeron a un mínimo de 10 años de 7 mil 900 millones de dólares en marzo.
Se espera más inestabilidad en los próximos días y una difícil transición política, de acuerdo con Jean-Charles Sambor, el subdirector de ingresos fijos de mercados emergentes con sede en Londres en BNP Asset Management. "Los fundamentos del crédito se han deteriorado en los últimos años a medida que el déficit fiscal se ha ampliado, desacelerando el crecimiento económico y desviando reservas", dijo.
Los bonos podrían rebotar si un nuevo presidente reformista emerge de la transición con suficiente apoyo y credibilidad para hacer cambios políticos. El candidato opositor Carlos Mesa, rival de Evo Morales en la reciente elección, podría ser una opción, considera Matei, de Aberdeen.
Este lunes, Mesa instó a los legisladores de su partido MAS, que domina la legislatura, a asistir al Congreso con el fin de asegurar el quórum necesario para una sesión en la que se acepte la renuncia del presidente y se nombre a un sustituto. La última vez que Bolivia incurrió en impago de la deuda internacional fue en 1988.
"Es muy probable que se celebren elecciones, y cuando lo hagan, la oposición saldrá ganando", escribieron los analistas del Grupo Eurasia, Filipe Gruppelli Carvalho y Risa Grais-Targowat.
La perspectiva de una administración dirigida por la oposición es probablemente más constructiva que un cuarto mandato de Morales, pero la necesidad de reformas significativas y la enérgica oposición de los grupos proMorales sugieren un escenario desafiante.
La incertidumbre prolongada dañaría el crecimiento y exacerbaría la erosión de los amortiguadores fiscales y externos que son los principales defensores del perfil crediticio de Bolivia, según William Foster, un alto funcionario de crédito del Servicio de Inversionistas de Moody's.