Los 10 gobernadores que integran la Alianza Federalista por México acordaron este lunes, por votación unánime, dejar de participar en las reuniones de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), al considerar que ya no cumple con la función para la que fue conformada.
"Hemos resuelto poner fin a nuestra participación en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Vamos a dejar de integrar esta instancia con el propósito de construir nosotros un espacio de diálogo efectivo y colaboración efectiva", afirmó el gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
Corral dijo que su decisión no tiene que ver con una coyuntura personal. Además, "queremos expresar a los otros gobernadores de los demás estados nuestro respeto y consideración para quienes deciden permanecer en la Conago".
Javier Corral indicó que el propósito es construir un espacio de diálogo efectivo de colaboración, con los gobernadores de los demás estados, el gobierno federal y el poder Legislativo.
"Lo que buscamos es un espacio que nos permita construir un equilibrio y un contrapeso necesario en el país, del Gobierno federal y las entidades".
Admitió que la discusión al respecto inició tras la última reunión de la Conago, que tuvo lugar en San Luis Potosí y a la que asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Fue una decisión largamente pensada, discutida, con intercambio muy intenso entre nosotros y que ha contado el día de hoy con una decisión unánime", sostuvo.
Durante la reunión desarrollada en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Chihuahua, los mandatarios consideraron que el mecanismo ya no funge como un espacio de deliberación para defender el federalismo tributario y la soberanía de los estados.
"Se ha alejado de su función y su espíritu en general. Vemos pocas, por no decir nulas posibilidades de su propia transformación, corrección, a partir de su integración actual", expuso Corral.
Al evento asistieron los mandatarios de Durango, José Rosas Aispuro; Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; Michoacán, Silvano Aureoles Conejo; Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima.
También estuvieron presentes Miguel Ángel Riquelme Solís, de Coahuila; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; y Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, de Guanajuato; el mandatario de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, aprobó la decisión vía remota al no acudir de manera presencial.
Solo estos diez estados representan el 31 por ciento de la población total del país, con 39 millones 192 mil 600 habitantes, con una Inversión Extranjera Directa valuada de 3 mil 084 millones de dólares, que significa el 40 por ciento del total del país, al cierre del segundo trimestre del presente año.
Además, las exportaciones por este conjunto de estados es de 55 mil 622 millones de dólares (59 por ciento del país) y representan el 40 por ciento de empleos a julio de 2020 registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, con 7 millones 729 mil 189 empleos formales.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, enfatizó que con esta medida buscan defender los intereses de sus estados, pero también al federalismo mexicano que tanto ha costado a la nación.
"Es para sumar en una lucha que busca recuperar los principios que dan cohesión a un país, no para destrozarlos. Para crear un nuevo espacio para el diálogo republicano verdadero, no para la simulación", argumentó.
Silvano Aureoles, de Michoacán, concordó en que este acuerdo no tiene un ánimo rupturista, ni se trata de un chantaje o un arranque.
Dijo que tiene que ver con agotamiento de la función del organismo, que dejó de ser un espacio de encuentro, de diálogo, de construcción de alternativas y de equilibrios, cosa que hoy demanda el país, las entidades y la sociedad en general.
Por su parte, Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León, sostuvo que la centralización de las decisiones ha hecho mucho daño a México, lo que consideró como el verdadero virus a vencer, porque ha detenido el avance de las regiones y del estado mexicano en general.
Con información de Samuel García*