El Primer Tribunal Colegiado en materia Penal determinó que el narcotraficante Rafael Caro Quintero puede ser extraditado a Estados Unidos para que enfrente juicio por el asesinato del agente especial de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.
Pese a que han transcurrido 36 años del crimen ordenado por el cártel de Guadalajara, dirigido por Miguel Ángel Félix Gallardo, el gobierno de Estados Unidos mantiene una recompensa de 20 millones de dólares por Caro Quintero, cifra histórica para un capo mexicano, sólo por debajo del monto ofrecido por Osama Bin Laden.
Por mayoría de votos, magistrados del primer tribunal resolvieron el recurso de revisión y confirmaron la negativa de un juez para conceder el amparo al narcotraficante contra la orden de detención provisional con fines de extradición de 2013.
El capo argumentó que no es procedente su extradición porque no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito; expuso que él cumplió una sentencia en México por la muerte de “Kiki” Camarena, que es el crimen por el cual esa reclamado por la justicia de Estados Unidos.
En su resolución definitiva, el primer tribunal indicó que el hecho de haber sido enjuiciado por ciertos delitos “no impide que eventualmente se acceda a su extradición por aquellos que están fuera de ese enjuiciamiento, y ello sería razón suficiente para que la orden de detención provisional no transgreda sus derechos fundamentales”.
Los magistrados señalaron que Caro Quintero es requerido en extradición por una corte estadunidense para ser enjuiciado dentro del séptimo proceso superveniente presentado el 31 de julio de 1992 por delitos violentos para asistir a la delincuencia organizada; asociación delictuosa para cometer delitos violentos a fin de asistir a la delincuencia organizada, así como asociación delictuosa para secuestrar a un agente federal y homicidio grave de un agente federal.
De esta manera, el tribunal cierra un proceso de siete años durante los cuales los abogados del narcotraficante intentaron evitar su extradición en caso de que sea recapturado.
En agosto de 2013, Caro Quintero fue liberado por un formalismo legal al cumplir 28 años de una sentencia de 40 años de prisión por los homicidios del agente de la DEA y del piloto mexicano Alfredo Zavala.
El gobierno de Estados Unidos reclamó a México por la excarcelación y el asunto llegó a la Primera Sala de la Corte que revocó el fallo y ordenó al Segundo Tribunal Unitario de Guadalajara que emitiera una nueva resolución.
En su dictamen declaró penalmente responsable al ex integrante del cártel de Guadalajara, por lo que debe cumplir el resto de su condena si es aprehendido.
Autoridades federales tienen informes de que Caro Quintero dirige una facción del cártel de Sinaloa que mantiene una disputa contra la organización encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La DEA lo considera peligroso y en activo en el narcotráfico.
Según el expediente, entre 1982 y 1984, el agente Enrique Camarena infiltró al cártel de Guadalajara, que entonces se calculaba era responsable del cultivo y distribución de 10 mil toneladas de marihuana.
La investigación de la DEA condujo a una serie de decomisos de droga que afectaron gravemente a la organización criminal, por lo que miembros del cártel descubrieron a “Kiki” Camarena, quien fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 junto con el piloto Alfredo Zavala.
Ambos fueron trasladados a una residencia en Guadalajara, Jalisco, donde se les interrogó, torturó y asesinó, lo cual fue grabado en audio.
El 5 de marzo de 1985 los cuerpos fueron hallados enterrados. Desde entonces, el capo mexicano se convirtió en objetivo prioritario de la agencia antidrogas estadunidense, pese a que han transcurrido más de tres décadas del homicidio de su agente especial.