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Iztapalapa, la ‘joya de la corona’ que Brugada busca gobernar por tercera ocasión

Las carencias están presentes, pese a que, en 2020, recibió 6 mil 11 millones 58 mil pesos, lo que la convirtió en la demarcación con más recursos públicos para gastar.

Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa (Cuartoscuro)

Es el primer bastión de la izquierda de la Ciudad de México desde hace 24 años, cuando la ola de Cuauhtémoc Cárdenas arrebató al PRI, en 1997, el gobierno de la capital y esta delegación del oriente.

Hoy, bajo el mando de Morena, apenas desde 2018, la alcaldía no es la más grande, pero sí la más poblada de la capital, con un millón 835 mil 486 habitantes, de acuerdo con el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y la que más votos aporta (un millón 479 mil 089).

“La imagen, el ícono y la historia es que en Iztapalapa no se vive, se sobrevive a la inseguridad, la contaminación, el polvo, la falta de agua, de transporte, de viviendas a medio construir. Es parte de la realidad cotidiana aquí, la pobreza, el abandono, la marginación”, dice Luis Ramírez Hernández, de origen oaxaqueño y habitante en las faldas del cerro de la Estrella.

Paradójicamente, aunque el nombre de esta demarcación se debe a la antigua ciudad de Iztapalapan, que significa “sobre la loza en el agua”, fundada por los culhuas entre la falda norte del cerro de la Estrella y la ribera del lago de Texcoco, de lo que más carecen es de agua.

Las carencias están presentes, pese a que, en 2020, recibió 6 mil 11 millones 58 mil pesos, lo que la convirtió en la demarcación con más recursos públicos para gastar.

El maestro Luis Ramírez añade que “en los últimos 30 años, Iztapalapa ha sido la principal reserva territorial para el crecimiento urbano de la Ciudad de México y ha cumplido una importante función en la redistribución de la población, alojando una proporción muy significativa de la construcción de nueva vivienda. La población inmigrante se ha asentado en su mayoría al sur oriente de la alcaldía, es decir, en las faldas de la sierra de Santa Catarina, ocupando terrenos sin vocación para usos urbanos”, expone.

La hoy diputada federal morenista Aleida Alavez, habitante, exmilitante y exdirigente perredista de la demarcación; tres veces diputada local, tres veces diputada federal, subdelegada en la demarcación, entre otros cargos, esboza y completa: “Iztapalapa fue construida por migrantes. De Oaxaca sólo hay 300 mil, misma cantidad que habita la ciudad de Oaxaca. Es la fusión de culturas y pueblos más pobres del país; de lugares de lucha históricos. Transformaron un lugar adverso en un sitio habitable; hombres y mujeres lo construyeron con sus manos”.

“Hoy Iztapalapa es la zona más obradorista que ningún lugar del país. El pueblo de Iztapalapa se ha identificado con una frase de AMLO: ‘Amor con amor se paga’, y le reconocen su valor y compromiso con las causas sociales”, expone.

El perredista Elio Villaseñor fue el primer delegado de otro partido que ganó al priista Jaime Aguilar el control de la demarcación, el 6 de julio de 1997. En 2009, del 1 de octubre al 10 de diciembre –71 días– la gobernó el PT, con Rafael Acosta Ángeles, conocido como Juanito, quien, por instrucción del entonces perredista Andrés Manuel López Obrador, dejó el cargo a Clara Brugada Molina.

El PRD gobernó oficialmente la entonces delegación hasta septiembre de 2018, con Dione Anguiano, y en octubre asumió de nuevo el cargo Clara Brugada, ya con la camiseta de Morena, quien hoy busca reelegirse y lograr un tercer periodo de gobierno.

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