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Muñoz Ledo advierte peligro de que “el poder se endurezca”

El Presidente ha sido mareado por sus colaboradores que quieren que use el poder absoluto en contra del sentir de los ciudadanos, dice Porfirio Muñoz Ledo.

Porfirio Muñoz Ledo, diputado de Morena Porfirio Muñoz Ledo, diputado de Morena (Especial)

Distanciado ahora de ser uno de sus más cercanos aliados, Porfirio Muñoz Ledo estima y reprocha que el presidente Andrés Manuel López Obrador “ha cedido a los consejos de usar el poder absoluto”, por lo que advierte que “veo un peligro de que en la segunda parte del sexenio se endurezca el poder”.

El aún diputado federal de Morena y al que el partido le cerró el paso a la reelección, acusa que entre “tirones y estirones” en Palacio Nacional, “el Presidente ha cedido a ciertas tendencias, a ciertos consejos de los que lo rodean y el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente. El poder marea y el poder absoluto marea absolutamente”.

“El Presidente ha sido mareado por sus colaboradores que quieren que use el poder absoluto en contra del sentir de los ciudadanos y al margen de principios constitucionales; ese es el problema que estamos enfrentando”, señala.

Por lo anterior –en entrevista con el programa “La Silla Roja”, de EL FINANCIERO Bloomberg–, advierte que ve “en la segunda parte del sexenio un peligro de que se endurezca el poder, de que se reduzcan los ámbitos autónomos que son lo propio de la democracia, en el terreno del centralismo, en contra del federalismo, del municipalismo, en el terreno de la división de poderes, en el terreno del respeto de los órganos autónomos constitucionales y de respeto a la sociedad, a la gente, a la opinión pública, a la prensa”.

Luego de que se le negara también reelegirse en 2019 como presidente de la Cámara de Diputados y se congelaran algunas de sus iniciativas, se queja de que “Morena sólo está promoviendo reformas que vienen de Palacio Nacional, lo que no me parece correcto, atenta cínicamente contra la división de poderes”.

“Soy incómodo para los que no hablan, para los mudos, para los seguidores del dedo; yo estoy contra la dedocracia, que fue el sentido de nuestro movimiento de 1988”, expone.

“Que seamos del mismo partido del Presidente no quiere decir que seamos una manada, no nos manda un pastor. Yo soy incómodo para los que son mansos, o mensos, que repiten 4T, 4T, sin saber de qué se trata y que están siempre pendiente de un dedo que va a caer sobre ellos. Esa no es la posición de un parlamentario”, dice.

Recalca estar “a favor de los principios estatutarios de Morena y en contra de los que los violan abiertamente, que no se valen de las facultades que como miembro del partido les conceden y presiden la audiencia servil”.

“El movimiento democrático de 1988 debe continuar y no caer en un nuevo autoritarismo. El movimiento no puede tener una regresión autoritaria; debe culminar una transición democrática hasta sus últimas consecuencias”, considera.

“Quiere que le digan ‘a sus órdenes, jefe’, ahí está el problema. ‘A sus órdenes, jefe’ es el que manda, pero también es el que obedece, un espíritu servil, un espíritu lambiscón, que espera nuevos puestos, ascensos”, critica. “Estoy en contra de la compra de las conciencias en Morena”, recalca.

“Lo que nos corresponde como parlamentarios es recuperar nuestra dignidad como militantes y nuestro carácter de representantes de la nación que nos confiere la Constitución a los parlamentarios”, estima.

También plantea que “los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador no debilitan al INE, porque son ataques verbales; no tiene posibilidades reales el Ejecutivo para disminuir la importancia del INE; al Presidente le salen muchas cosa de la boca, no de la cabeza; se valen reformas a los organismos, pero para fortalecerlos”.

Además, lamenta que hay críticas “vejatorias” del Ejecutivo a los medios de comunicación, descalifica a quienes lo critican, lo que tampoco se vale: “Hay que pedirle al gobierno que saque las manos de los medios y de las redes sociales”.

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