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Caso Israel Vallarta: ¿Qué pasará con él ante el decreto de política carcelaria de AMLO?

Las personas que serían liberadas son presos que hayan sido torturados o no hayan recibido una sentencia en décadas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció este jueves un decreto presidencial sobre política carcelaria que busca la liberación de presos que hayan sido torturados o no hayan recibido una sentencia después de 10 años.

Con este decreto presidencial las personas que serían liberadas son:

  • Internos en las cárceles federales, del fuero federal, con más de 10 años sin sentencia y que no hayan cometido delitos graves.
  • Quienes hayan sido víctimas de tortura y se compruebe a través del protocolo de Estambul. Sin importar la edad y el delito.

Este meacnismo es un manual para la investigación y documentación eficaz de la tortura y otros tratos o penas crueles.

  • Adultos mayores de 75 años y adultos mayores de 65 años con enfermedades crónicas, ambos grupos que no hayan cometido delitos graves.

Con base en esto, ¿'se abre una ventana’ para la liberación de Israel Vallarta, detenido por secuestro desde 2005 por el mediático caso de la francesa Florence Cassez?

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), detalló que Vallarta ya tiene 16 años en reclusión sin una sentencia emitida, cuando la Constitución establece un plazo mínimo de dos años para decretar la misma.

Aunado a esto, refirió que la Comisión Nacional de Derechos Humanos estableció que se llevaron actos de tortura durante su detención.

“Por lo tanto, la tortura debe de invalidar las pruebas obtenidas posteriormente a su detención”, dijo en la ‘mañanera’.

Respecto las denuncias por tortura, Vallarta -en calidad de denunciante-, se encuentra asesorado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). Además, existe una carpeta de investigación en trámite.

Al ser cuestionado sobre si cumple con un perfil para ser liberado, el presidente dijo que presos que hayan sido torturados o no hayan recibido una sentencia en décadas serán liberados.

“Puede ser, porque vivimos en un país de leyes y auténtico estado de derecho, que personas vinculadas a estos procesos acudan a una instancia judicial para inconformarse y tienen todo el derecho de hacerlo”, dijo el mandatario.

Israel Vallarta está privado de su libertad desde 2005 por dos causas penales ante el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado de México por la presunta comisión de diversos delitos de secuestro, delincuencia organizada, portación y posesión de armas de uso exclusivo y posesión de cartuchos de uso exclusivo.

En tanto, Olga Sánchez Cordero, titular de la Segob, dio a conocer que la defensa de Vallarta no ha aceptado las estrategias propuestas para su absolución ante el precedente del caso Cassez.

“El señor Vallarta y su defensa no han aceptado la estrategia planteada, la cual consistente en promover un incidente de libertad por desvanecimiento de datos”, señaló.

La funcionaria indicó que solo le beneficiaría para una de las causas penales acumuladas, por lo que en caso de aplicar el precedente Cassez, es previsible que sea absuelto en dicho asunto, pero no en la otra causa.

Por otro lado, la titular de Segob apuntó que la defensa presentó nuevas pruebas documentales, con lo que se podría retrasar el proceso penal.

Vallarta y su novia de entonces, la francesa Florence Cassez, fueron arrestados en diciembre de 2005 en una finca a las afueras de la capital mexicana acusados de liderar la banda de secuestradores de Los Zodiaco.

Televisa emitió en directo el macrooperativo policial del arresto de la pareja, pero semanas después trascendió que todo había sido un montaje orquestado por las autoridades.

La detención había tenido lugar el día anterior y el reportaje contenía todo tipo de inconsistencias.

Tras un conflicto diplomático entre la Francia de Nicolas Sarkozy y el México de Felipe Calderón, Cassez fue liberada por violación de sus derechos, pero Vallarta no corrió la misma suerte y sigue encerrado sin juicio.

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